El Judaismo es la más antigua de las tres religiones monoteístas más difundidas , junto con el cristianismo y el islam, conocidas también como «religiones del libro» o « abrahámicas», y la menor de ellas en número de fieles. Del judaísmo se desglosaron, históricamente, las otras dos.
Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas contenidas en la Torá, también llamado Pentateuco, compuesto, como su nombre lo indica por los cinco libros de la Biblia. Tanaj (o Antiguo Testamento, según el cristianismo), a los que se atribuye inspiración divina.
Juega también un papel importante en la práctica religiosa la tradición oral que, según las creencias fue entregada a Moisés junto con Mishná, al Talmud . El compendio de estos textos forma la denominada Ley Judía o Halajá.
El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá. Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía mucho de unos grupos a otros.
La Kabalá es la dimensión interior, la sabiduría más profunda de la Torá. Investiga los sentidos recónditos relativos a la Sagrada Escritura, la TORA y los misterios de la naturaleza y de la creación.
En esencia, la kabalá (palabra que significa «recibir») es una «ciencia» que busca en la Torá (el Pentateuco), el significado del mundo y la «verdad». Sus orígenes pueden remontarse al siglo I a. C. e incluso antes: y tanto es así que la cábala no sería sino un saber que Dios habría revelado primero a Adán, después a Abraham y luego a Moisés en el monte Sinaí al tiempo que le hacía entrega de las Tablas de la Ley (alrededor del siglo XIII a. C. ).
Una de las fuentes más importantes de la kabalá es el Zóhar o Libro del Esplendor, escrito por Shimon Bar Yojai (finales siglo I d.C.), libro que resurgirá en España hacia fines del siglo XII, recopilado por Rav Moshé de León.
Una importante contribución a la kabala se la debemos a Abraham Abulafia (nacido en Zaragoza en 1240) y al Arizal en Safed en el s. XVI quien dio a conocer El Árbol de la vida, con las diez sefirot, enumeradas habitualmente en el orden en que la Luz de Dios desciende para crear el mundo.
Textos
- Kabalá, espiritualidad y judaísmo – La revelación de la sabiduría
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