Sri Sankaracharia – La practica de la meditación

sri-sankarachariaAtmabodha, Sri Sankaracharia – Editorial Hastinapura

“LA PRACTICA DE LA MEDITACIÓN”[1]

Hay dos clases de meditación; esto es: la objetiva y la subjetiva. En la meditación objetiva, el ideal es considerado exterior; y en la meditación subjetiva, como interior, el que medita. La meditación objetiva es, a su vez, en cuanto al ideal, de dos clases, de acuerdo a que se lo asocie o condicione a. un sonido simbólico (sabdanubiddha) o a una forma simbólica (drisyanubiddha).

La meditación asociada con sonidos simbólicos, consiste en la repetición de fórmulas como “Orn, Sat Chit Ananda Brahman”, o bien “Om, Sat Chit Dekam Brahman”. La primera significa: “Brahman es Absoluta Existencia, Conocimiento y . Felicidad”. La segunda:

“Brahman es Realidad, Conciencia y Uno sin segundo”. A medida que el aspirante repite la sagrada fórmula, reflexiona en su significado. Que Brahman sea Absoluta Realidad o Existencia no significa que El exista o sea real en el sentido de cualquier objeto fenoménico. El es Existencia y Realidad en sí mismas. Es la esencia de la Gran Existencia, la no condicionada por el tiempo, el espacio y la causalidad. El mundo fenoménico y todas las cosas que en él se hallan son percibidas como existentes tan sólo porque Brahman las impregna como Realidad y Existencia. Ellas no pueden existir fuera de Braliman; pero Brahman existe aún cuando los nombres y las formas desaparecen, como en el caso del samadhi o el sueño profundo. De la misma manera, se dice que Braliman es Absoluto Conocimiento o Conciencia, no porque Brahman conozca, sino porque El es el Conocimiento en sí mismo. Todo conocimiento es posible en este mundo relativo a causa de que Brahman, como Conciencia, es la Esencia misma del conocedor o sujeto. Que Brahman sea uno significa que Brahman es no dJl. No es uio en el sentido en que son uno el sol o la luna, pues respecto a ellos también existe quien los percibe. La idea de Uno en el mundo relativo está correlacionada con la del dos, que denota dualidad. Esta es la razón por la cual toda descripción de lo Absoluto comprendida por el intelecto, realmente pertenece a lo dual.

La Unidad de Brahman por otra parte, importa la completa identidad de sujeto y objeto, experiencia indescriptible cuyas características no se encuentran en la multiplicidad.

Finalmente, Brahman es Felicidad. Esta no es atributo suyo, sino la materia, por decirlo así, de la cual El se encuentra hecho. El conocedor de Brahman no goza de esta Felicidad como si fuera un objeto. Deviene uno con El. Este estado de bienaventuranza es indistinguible del de Existencia, Conciencia y Absoluta Unicidad. No se trata de la felicidad producida por el contacto de los órganos de los sentidos con sus objetos. Aun la más alta felicidad, la que se experimenta en las regiones celestiales, es apenas un reflejo de la felicidad de Brahman en el espejo del mundo mayávico o relativo.

En la meditación objetiva, asociada o condicionada por una forma simbólica, el aspirante medita en una forma u objeto externo que a él le parece se halla cerca de Brahman. Todo objeto es una combinación de lo Absoluto con lo relativo. Contiene las características de ambos: Brahman y el mundo. En todas las cosas se encuentra no solamente Existencia (Sat), Cognición o Conocimiento (Ch it) y Atracción o Felicidad (Ananda), que son los diferentes aspectos de Brahman, sino también un nombre (nama) y una forma (rupa), que son los rasgos del mundo fenoménico creado por avidya y, por lo tanto, ilusorio.

Mientras medita en una forma simbólica, el aspirante debe desapegar gradualmente su mente de forma y nombre y concentrarla en Bralmian que está presente en el símbolo como Conocimiento, Existencia y Felicidad Absoluta. En y a través de los objetos, debe ver a Brahman, de la misma manera que se ve el océano en y a través de sus olas. La meditación objetiva tiene dos aspectos: savikalpaka y nirvikalpaka. En la primera, el aspirante es consciente del objeto de la meditación, o sea Brahman asociado con un nombre y una forma; pero cuando la meditación se profundiza, alcanza el estado de nirvikalpaka, en que todo el universo fenoménico desaparece en Brahman y el aspirante deviene uno con El.

En la meditación subjetiva, el ideal es puesto dentro de uno mismo. Los sabios de la Vedanta hablan del corazón como de un lugar extremadamente apropiado para ubicarlo. Para el principiante, el corazón es el órgano físico que esplende como un loto en flor; dentro de él se encuentra un espacio sutil y luminoso que a menudo es descrito como Brahrnapura, o la morada de Brahman. A medida que el principiante progrese en la meditación devendrá capaz de poseer percepciones más sutiles y así se dará cuenta que el corazón no es realmente el órganp físico, sino el asiento de buddhi, la facultad determinativa que es la parte más sutilizada de la mente, en la que mejor se ve el reflejo de Brahmn. Por ello los Upanishads a menudo afirman que Brahman reside en “la cueva de buddhi”. En esta etapa, la meditación se eleva del estado físico al nivel psicológico. Los devotos sienten lo Absoluto, por decirlo así, en el molde de sus mentes para extraer de allí una imagen mental de Bralunan. Finalmente, corazón y mente son trascendidos fundiéndose con Brahman. La imagen en el corazón y el reflejo en budclhi devienen uno con la Conciencia Universal. Tal vez los místicos cristianos se refieren a este cuando hablan de “la profundidad que atrae a la profundidad”.

Esta es la directa e inmediata realización de lo Absoluto, sin la participación de los órganos de los sentidos o la mente.

Como en la meditación objetiva, así también en la meditación subjetiva el ideal puede estar asociado o condicionado por un sonido simbólico o una forma simbólica. En la meditación asociada con un sonido simbólico, el aspirante repite aforismos védicos tales como “Aham Brahmasmi” (“Yo soy Brahman”). Mientras repite las sagradas fórmulas, reflexiona en su significado: El, en verdad, tiene la misma naturaleza que la Sabiduría, la Pureza y la Eternidad. Está más allá del tiempo, del espacio y de la causalidad. El es Uno con el infinito.

En esta forma de meditación se enfatiza el sonido. El sonido, como veremos luego, descansa, por último, en el silencio; de la misma manera que ola forma descansa en la inefable experiencia de aquello que trasciende lo formal. En la meditación asociada con una forma simbólica, el aspirante observa que se elevan en su mente, de modo constante, formas, ideas y también deseos, determinación, dudas, creencia, no creencias, miedo y, a la vez, valor. Ha de meditar entonces en la Conciencia que es Testigo de todas esas formas e ideas que se le aparecen.

La meditación subjetiva tiene su aspecto de savikalpaka y el de nirvikalpaka. En un estado de concentración, el aspirante siente al principio que él es Brahman Puro; hay en él un elemento de conocedor o conciencia del yo. Mas cuando la meditación se profundiza, experimenta el estado de nirvikalpaka saniadhi en el cual la mente se estatiza como una inamovible llama puesta a resguardo de todo viento y deviene, por lo tanto, absorbido totalmente en la felicidad de la autorrealización. Dejan de existir la cognición del sujeto y el objeto.

Por medio de la meditación, subjetiva u objetiva, y a través de pasos graduados, el aspirante obtiene el Conocimiento -de Brahman en el nirvikalpaka samadhi. Así es como desaparece su apego al cuerpo y al mundo fenoménico y se levanta en él el Conocimiento del Supremo• Ser.

Ve a Brahman en todo lugar: a su derecha, a su izquierda, delante, detrás, arriba, abajo. El mismo y cuanto le rodea se tornan Braliman; por lo tanto, en toda experiencia él realizará, de ahí en adelante, la suprema bienaventuranza del samadhi. Al contemplar a Brahman, con los ojos abiertos o cerrados, en meditación u observando el mundo, “se libra de los grillos del corazón” y resuelve “todas las dudas de su mente”, deviniendo libre de todos los efectos de su karma anterior.

[1] El método de meditación que se describe de este apaxtado es uno de los muchos que recomienda la Védanta no.dualista. La meditación prescrita por las enseñanzas de la Vedanta dualista puede también conducir, a la larga, a la comprensión de Brahman.

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