Sutta – Libro de los tres

nyanaponika-theraAnguttara Nikaya Discursos del Buda, Versión de Nyanaponika Thera – Ediciones Edaf

EL LIBRO DE LOS TRES

14. El necio y el sabio

Monjes, su acción denota el necio, su acción denota al sabio. La sabiduría resplandece en el comportamiento.

Tres son las cosas que evidencian al necio: su mala conducta de obra, de palabra y de pensamiento.

Tres son las cosas que evidencian al sabio: sus buenas obras, palabras y pensamientos.

(III, 2)

15. Dhamma, el corregente

«Monjes, ni siquiera el rey del mundo, un rey justo y virtuoso, gobierna su reino sin un corregente.»

Al oír estas palabras, cierto monje se dirigió así al Excelso:

«Quién, Señor, es el corregente del rey del mundo, del rey justo y virtuoso?»

«El Dhamma [1](la ley de la virtud), monje» —replicó el Excelso.

Es el caso, monje, que el rey del mundo, el rey justo y virtuoso, confiando en la ley de la virtud (Dhamma), honrándola, valorándola en grado sumo y respetándola, con la ley de la virtud como estandarte y bandera, como su señor soberano, proporciona protección legítima, cobijo y seguridad para los que dependen de él [2]• Proporciona protección legítima, cobijo y seguridad para los nobles guerreros que lo sirven, para su ejército, para los brahmínes y los padres de familia, para los habitantes de las ciudades y de las aldeas, los alcetas y los sacerdotes, las bestias y las aves.

»Un rey del mundo, un rey justo y virtuoso, que proporciona protección legítima, cobijo y seguridad para todos es aquel que sólo gobierna con la virtud [3]. Esa ley no puede ser derrocada por ningún ser humano, sea quien sea, ni por ninguna criatura hostil.

»Monjes, un Tathāgata, que está santa y plenamente iluminado, el Rey de la Ley justo y virtuoso, confiando en el Dhamma[4] , honrando al Dhamma, valorándolo en grado sumo y respetándolo, con el Dhamma como estandarte y bandera, (también) proporciona protección legítima, cobijo y seguridad en

lo que se refiere a la acción del cuerpo, de la palabra y de la mente (con esta enseñanza): «Tal acción corporal debe ser hecha y tal otra no debe ser hecha. Tal acción de palabra debe ser hecha y tal otra no debe ser hecha. Tal acción de pensamiento debe ser hecha y tal otra no debe ser hecha».

»El Tathāgata, santa y plenamente iluminado, el Rey de la Ley justo y virtuoso, que proporciona protección legítima, cobijo y seguridad en lo que se refiere a la acción del cuerpo, de la palabra y de la mente, es aquel que gira la incomparable Rueda del Dhamma, sin atender a nada que no sea el Dhamma. Y ningún asceta ni brahmín, ninguna deidad, ni Mara, ni la divinidad suprema (Brahma) ni nadie en el mundo puede hacer retroceder a esa Rueda.»

(III, 14)

16. Causa de vergüenza

«Monjes, silos ascetas errantes de otras creencias os preguntaran: «Amigo, ¿es por lograr el renacimiento en el mundo divino la razón por la que llevas la vida santa y casta que predica el asceta Gautama?»

«Si os preguntaran eso, ¿no os sentiríais heridos, avergonzados y repugnados?»

«Ciertamente que sí, Señor.»

«Entonces, monjes, si como parece os sentís heridos, avergonzados y repugnados ante (la idea de) la vida divina, la belleza divina, la bendición divina, la gloria y la sabiduría divinas. ¡Cuánto más deberíamos sentiros heridos, avergonzados y repugnados por la conducta errónea de actos, palabras y pensamientos.»

(III, 18)

17. Tres pacientes

Monjes, en el mundo hay tres tipos de enfermos. ¿Cuáles son?

Hay un tipo de enfermo que no se recupera de su enfermedad obtenga o no el alimento adecuado, obtenga o no la medicina adecuada, obtenga o no el cuidado adecuado.

Hay otro tipo de enfermo que se recuperará en cualquier caso de su enfermedad, obtenga o no obtenga esas tres cosas.

Hay también un tipo de enfermo que se recuperará de su enfermedad tan sólo si recibe el alimento adecuado, la medicina adecuada y el cuidado adecuado, sin que le falte ninguna de esas cosas. Monjes, es para este tipo para el que se prescribe una dieta, una medicina y buenos cuidados. Pero, aun así, también los otros (dos tipos de) enfermos deben ser atendidos [5].

Monjes, estos son los tres tipos de enfermos que hay en el mundo.

De forma semejante, monjes, hay tres tipos de personas que pueden -compararse a los tres tipo de paciente.

Hay un tipo de persona que, tenga o no tenga la oportunidad de ver al Tathāgata, tenga o no tenga la oportunidad de oír la Enseñanza y la Disciplina proclamadas por el Tathāgata, no entrará en el Camino de la Seguridad[6] y no logrará la perfección de las cosas saludables.

Hay otro tipo de persona que, tenga o no tenga la oportunidad de ver al Tathāgata, tenga o no tenga la oportunidad de escuchar la Enseñanza y la Disciplina proclamadas por el Tathligata, entrará, en cualquier caso, en el Sendero de la Seguridad y logrará la perfección de las cosas saludables.

Hay un tercer tipo de persona que entrará en el Sendero de la Seguridad y logrará la perfección de las cosas saludables tan sólo si tiene la oportunidad de ver al Tathāgata, o de escuchar la Enseñanza y la Disciplina proclamadas por el Tathāgata y no pierde ninguna de estas oportunidades. Monjes, es para esta persona para quien se ha prescrito la Enseñanza. Pero, aun así, también los otros (dos tipos) deben ser instruidos en la Enseñanza[7].

Estos son los tipos de personas comparables a los tres tipos de pacientes que hay en el mundo.

(III, 22)

18. Tres mentalidades

Monjes, hay tres tipos de personas en el mundo.

Hay uno cuya mente es como una llaga abierta; uno cuya mente es como un relámpago, uno cuya mente es como un diamante.

Monjes, ¿cuál es la naturaleza de la persona cuya mente es como una llaga abierta? Es irascible y muy irritable. Si se le dice algo, incluso lo más baladí, se saldrá de sus casillas, se enojará y se alterará; se siente ofendido y derrama ira, odio y mal humor. Es como una úlcera infectada que, al recibir el golpe de un palo o de un cascajo, se revienta esparciendo el pus. Así, monjes, es una persona irascible… y derrama ira, odio y mal humor. De esta persona se dice que tiene una mente como una llaga abierta.

¿Cuál es la naturaleza de una persona con la mente como un relámpago? Es la que comprende según la realidad: «Este es el origen del sufrimiento». Comprende según la realidad: «Esta es la cesación del sufrimiento». Comprende según la realidad: «Este es el Sendero que conduce a la cesación del sufrimiento». Igual que un hombre con buena vista puede ver los objetos en la oscuridad de la noche a la luz de un relámpago, así, monjes, comprende una persona (las Cuatro Nobles Verdades) según la realidad. De esta persona se dice que tiene la mente como un relámpago.

¿Cuál es la naturaleza de una persona con la mente como un diamante? Es alguien que, tras la destrucción de las corrupciones[8] conoce directamente y por sí mismo, en esta vida, la liberación del corazón y la liberación por la sabiduría, y habiéndola realizado, mora en ella. Igual que no hay gema o roca que el diamante no pueda cortar, así, monjes, y tras las destrucción de la corrupciones, esa persona conoce directamente, por sí misma, en esta vida la liberación del corazón y la liberación por la sabiduría y, habiéndola realizado, mora en ella. De esa persona se dice que tiene la mente como un diamante.

Monjes, estos son los tres tipos de personas que hay en el mundo.

(III, 25)

19. Libre de la ilusión del ego

En una ocasión el Venerable Sāriputta fue a ver al Bendito y, tras saludar al Maestro, se sentó a un lado. Cuando se hubo sentado el Bendito le dijo:

¡Sāriputta, tanto si enseño el Dhamma con pocas palabras como silo enseño en detalle o lo enseño en pocas palabras y en detalle, aquellos que comprenden son difíciles de encontrar!

Este, ¡oh Bendito!, es el momento de hacerlo. Ahora, Sublime Maestro, es el momento para que el Bendito enseñe el Dhamma en pocas palabras, o enseñe el Dhamma en detalle o lo enseñe en pocas palabras y en &talle. Hay quienes comprenderán el Dhamma».

Siendo así, Sāriputta, el entrenamiento debe hacerse de esta manera: «No habrá con respecto a este cuerpo con su consciencia presunciones imaginarias un “Yo” y “Mío” ni tendencias[9] de ese tipo. No debe haber presunciones imaginarias y tendencias de mío” con respecto a ningún objeto externo». Así moraremos en la obtención de la liberación del corazón y en la liberación por la sabiduría, y mientras así moremos no habrá para nosotros ninguna presunción imaginaria ni tendencias de “yo” y “mio”. Así es como debe hacerse el entrenamiento.

Sāriputta, puesto que el monje no tiene tales punciones imaginarias ni tendencias de un “yo” y mío”, respecto a este cuerpo con consciencia ni respecto a ningún objeto externo, y puesto que mora en la obtención de la liberación del corazón y de la liberación por la sabiduría es llamado «uno que ha extirpado el deseo y ha suprimido las trabas: Uno que, al comprender plenamente (y abandonar) las presunciones imaginarias, ha puesto fin al sufrimiento.

De esto, Sāriputta, es de lo que hablaba en el “Camino a la otra orilla” (al responder) de las preguntas de Udaya:

El abandono del deseo sensual y de la aflicción, de ambos, el desvanecimiento de la pereza y la protección contra todas las preocupaciones, estando bien purificadas la atención y la ecuanimidad y precedido todo ello de los pensamientos correctos del Dhamma, proclamo que es la liberación por el conocimiento y la destrucción de la ignorancia.

(III, 32)

20. Causas de acción

Monjes, hay tres causas por las que se originan las acciones. ¿Cuáles son? Codicia, Odio y Ofuscación[10].

Una acción hecha con codicia, nacida de la codicia, causada por la codicia, que surja de la codicia, tal acción madurará donde quiera que renazca el individuo[11] y allá donde madure la acción el individuo experimentará los frutos (vipāka) de esa acción, ya sea en esta vida, en la próxima vida o en vidas futuras.

Una acción hecha con odio, nacida del odio, causada por el odio, que surja del odio, tal acción madurará dondequiera que renazca el individuo, y allá donde madure la acción el individuo experimentará los frutos de esa acción, ya sea en esta vida, en la próxima vida o en las vidas futuras.

Una acción hecha con ofuscación, nacida de la ofuscación, causada por la ofuscación, que surja de la ofuscación, tal acción madurará dondequiera que renazca el individuo, y allá donde madure la acción el individuo experimentará los frutos de esa acción, ya sea en esta vida, en la próxima vida o en las vidas futuras.

Monjes, es como cuando las semillas intactas, que no se han podrido, que no han sido deterioradas por el viento ni por el sol ardiente y que conservan su capacidad germinativa y han sido enterradas como es debido en una buena tierra, sembradas en un terreno bien abonado, si hay lluvias abundantes las semillas germinarán, crecerán y darán frutos abundantes.

De forma similar, monjes, cualquier acción hecha con codicia, odio u ofuscación… tal acción madurará dondequiera que renazca el individuo, y allá donde madure la acción el individuo experimentará el fruto, ya sea en esta vida, en la próxima vida o en las vidas futuras.

Monjes, estas son tres causas por las que se originan las acciones.

Monjes, hay (otras) tres causas por las que se originan las acciones. ¿Cuáles son? Ausencia de codicia, odio u ofuscación.

Una acción hecha sin codicia, nacida de la no codicia, causada por la no-codicia, que surge de la no-codicia…

Una acción hecha sin odio…

Una acción hecha sin ofuscación, nacida de la no- ofuscación, causada por la no-ofuscación, que surge de la no-ofuscación, dado que la ofuscación (la codicia, el odio) se ha desvanecido, es una acción abandonada, cortada de raíz, desmenuzada como la última fibra de una palmera, incapaz de rebrotar y no susceptible de surgir en el futuro.

Monjes, es como cuando las semillas intactas, que no se han podrido, que no han sido deterioradas por el viento ni por el sol ardiente, que conservan su capacidad germinativa y han sido sembradas como es debido, si un hombre las hiciese arder en el fuego y habiéndolo hecho las redujese a cenizas y luego aventase las cenizas con viento fuerte o dejase que fueran arrastradas por una corriente fuerte de agua, entonces, esas semillas habrían sido destruidas radicalmente, eliminadas por completo, serían incapaces de germinar y no serían susceptibles de surgir en el futuro.

De forma similar, monjes, las acciones hechas de no -codicia, no-odio y no-ofuscación… y dado que la codicia, el odio y la ofuscación se han desvanecido, esas acciones se han abandonado, han sido cortadas de raíz, desmenuzadas como la última fibra de una palmera. Son incapaces de crecer y no son susceptibles de surgir en el futuro.

Monjes, estas son las (otras) tres causas por las que se originan las acciones.

(III, 33)

21. Sueño plácido

Así lo he oído. En una ocasión en la que el Bendito residía en Ẫlavi (descansaba) sobre un montón de. hojas esparcidas en la cañada de un bosque de dalbergias[12]

En ese momento, Hatthaka de Ẫlavi[13], que paseaba por allí, vio al Bendito mientras éste estaba sentado en el bosque de dalbergias sobre un montón de hojas esparcidas en una cañada. Tras acercarse y saludar al Bendito, Hatthaka se sentó a un lado. Tras sentarse, habló así al bendito:

«Venerable Señor, ¿ha dormido bien el Bendito?»

«Sí, príncipe, he dormido bien. Soy uno de aquellos en el mundo que duermen bien.»

«Pero, Venerable Señor, las noches de invierno son frías y esta es la semana en la que cae la escarcha. La tierra pisoteada por las pezuñas del ganado es dura, la capa de hojas delgada, los árboles están casi desnudos, los hábitos amarillos son fríos y frío sopla el viento Verambha. Aun así el Bendito dice que ha dormido bien y que es uno de aquellos en el mundo que duermen bien (siempre).»

«Príncipe, os haré una pregunta y la podéis responder como mejor os parezca. ¿Qué pensáis sobre esto, príncipe? Hay un cabeza de familia, o el hijo de un cabeza de familia, que vive en una casa con tejado de dos aguas, enlucida por dentro y por fuera, protegida del viento, cuya puerta ajusta bien, tiene los cerrojos echados y las ventanas cerradas. En la casa hay un canapé sobre el que hay una alfombra de espesa lana negra, con un cobertor de lana blanca, una colcha decorada con flores cubierta con una exquisita piel de antílope, también hay un dosel y cojines escarlata en cada extremo. Hay una lámpara encendida y sus cuatro esposas lo atienden con esmero. ¿Qué pensáis, príncipe? ¿Dormirá bien o no esa persona? ¿Cuál es vuestra opinión?

«Seguro que dormirá bien, Venerable Señor. Será uno de aquellos en el mundo que duermen bien.»

«Qué pensáis, príncipe? ¿No es posible que surjan en el cabeza de familia o en el hijo del cabeza de familia molestias físicas o mentales causadas por la lujuria y que, atormentado por ellas, duerma mal? «Podría suceder, Venerable Señor.»

«Pues bien, príncipe, la lujuria que atormenta al cabeza de familia y le hace dormir mal, esa lujuria, príncipe, ha sido abandonado por el Tathāgata, cortada de raíz, desmenuzada como la última fibra de una palmera. Es incapaz de crecer y no es susceptible de surgir en el futuro. Por eso, príncipe, he dormido bien.

»Qué pensáis príncipe? ¿No es posible que surjan en el cabeza de familia o en el hijo de cabeza de familia molestias físicas o mentales causadas por el odio… causadas por la ofuscación y que, atormentado por ellas, duerma mal?»

«Podría suceder, Venerable Señor.»

«Pues bien, príncipe, el odio y la ofuscación que atormentan al cabeza de familia y que hacen dormir mal, ese odio y esa ofuscación han sido cortados de raíz, desmenuzados como la última fibra de una palmera, no pueden crecer y no son susceptibles de surgir en el futuro. Por eso, príncipe, he dormido bien.

El Santo, aquel que es totalmente libre

y no está corrompido por deseos lujuriosos,

sereno y libre de apegos,

aquel que, cortando minuciosamente todas las cadenas

ha eliminado todos los resquemores del corazón,

siempre duerme bien.»

(III, 34)

22. Los mensajeros divinos

Monjes, hay tres mensajeros divinos. ¿Cuáles son? Hay una persona cuya conducta es inmoral en obras, palabras y pensamientos. Al llevar una conducta tal inmoral, a la disolución del cuerpo tras la muerte renace en estados de infortunio, en un reino de desdicha en los mundos inferiores, en un infierno. Allí, los guardianes del infierno lo agarran de los abrazos y lo llevan ante Yama, el Señor (de la muerte), diciendo:

«Majestad, este hombre no respetó a su padre ni a su madre, ni a los ascetas y sacerdotes, y no honró a los ancianos de la familia. Que su majestad le inflinja el castigo merecido!»

Entonces, monjes, el rey Yama interroga al hombre, lo examina y se dirige a él preguntándole por el primer mensajero divino:

«Buen hombre, ¿acaso no viste al primer mensajero que apareció entre los hombres?»

Y él contesta: «No señor, no lo vi.»

Entonces el rey Yama le dice: «Pero, buen hombre, ¿no viste entre la gente a una mujer o a un hombre de ochenta, noventa o cien años, débil, doblado como un tejado a dos aguas, encorvado, apoyándose en un bastón, caminando solo con paso vacilante, achacoso, con su juventud y su vigor idos, desdentado, el cabello ralo y gris o sin cabello, arrugado y con los miembros llenos de manchas?»

Y el hombre replica: «Lo he visto, señor».

Entonces el rey Yama le dice: «Buen hombre, ¿nunca se te ocurrió a ti, que eres lo bastante mayor e inteligente: «Yo también estoy sujeto a la vejez y no puedo escapar a ella. Realizaré buenas acciones con mis hechos, palabras y mente?».

«No señor, no lo hice. Fui negligente.» El rey Yama dice:

«Buen hombre, por negligencia omitiste realizar actos nobles con tus obras, palabras y mente. Serás tratado como corresponde a tu negligencia. Tu mala acción no fije hecha por tu madre, padre, hermanos, hermanas, amigos o compañeros, ni por los parientes, devas, ascetas o brahmínes. Fuiste tú sólo quien realizó la acción pejudicial y serás tú quien tenga que experimentar el fruto.»

Monjes, cuando el rey Yama lo ha interrogado, examinado y se ha dirigido a él preguntándole por el primer mensajero divino, de nuevo lo interroga, lo examina y se dirige a él preguntándole por el segundo:

«Buen hombre, ¿no viste al segundo mensajero que apareció entre la gente?»

«No, señor, no lo vi.»

«Pero, buen hombre, ¿no viste entre la gente a una mujer o a un hombre aquejado de dolores, seriamente enfermo, caído sobre sus propias inmundicias que ha tenido que ser levantado por otros y por otros llevado a la cama?»

«Sí, señor, lo he visto.»

«Y dime, buen hombre, ¿nunca se te ocurrió a ti, que eres lo bastante mayor e inteligente: Yo también estoy sujeto -a la enfermedad y no puedo escapar a ella. Realizaré buenas acciones con mis obras, palabras y mente?»

«No, señor, no lo hice. Fui negligente.»

«Buen hombre, por negligencia omitiste realizar actos nobles con tus obras, palabras y mente. Serás tratado como corresponde a tu negligencia. Tu mala acción no fue realizada por tu madre, o tu padre, hermanos, hermanas, amigos o compañeros; ni por los parientes, devas, ascetas o brahmínes. Fuiste tú sólo quien realizó la acción perjudicial y serás tú quien tenga que experimentar el fruto.»

Monjes, cuando el rey Yama le ha interrogado, examinado y se ha dirigido a él preguntándole por el segundo mensajero divino, lo interroga de nuevo, lo examina y se dirige a él preguntándole por el tercer mensajero divino:

«Buen hombre, ¿no viste al tercer mensajero que apareció entre la gente?»

«No, señor, no lo vi.»

«Pero, buen hombre, ¿no viste entre la gente a un hombre o a una mujer que hubiesen muerto uno, dos o tres días antes y cuyo cuerpo estuviese hinchado, lívido y putrefacto?»

«Sí, señor, lo he visto.»

«Y dime, buen hombre, ¿nunca se te ocurrió a ti, que eres lo bastante mayor e inteligente: “Yo también estoy sujeto a la muerte y no puedo escapár a ella. Realizaré buenas acciones con mis obras palabras y mente”?»

«No, señor, no lo hice. Fui negligente.»

«Buen hombre, por negligencia omitiste realizar actos nobles con tus obras, palabras y mente… Serás tratado como correspondç a tu negligencia. Tu mala acción no fue realizada por tu madre ni por tu padre, hermanos, hermanas, amigos o compañeros; ni por parientes, devas, ascetas o brahmínes. Fuiste tú solo quien realizó la acción perjudicial y serás tú quien tenga que experimentar el fruto.»

Luego, tras interrogar, examinar y dirigirse al hombre preguntándole por el tercer mensajero divino, el rey Yama guardó silencio.

Acto seguido, los guardianes del infierno le inifigieron muchas clases de tormentos[14] , a consecuencia de los cuales sufrió dolores intensos, severos, punzantes y penetrantes. Con todo, no murió hasta que se hubo agotado su mala acción[15].

(III, 35)

23. Triple orgullo

Monjes, fui criado con exquisitez. Mi crianza fue exquisita, extremadamente exquisita. En la casa de mi padre se construyeron estanques de lotos tan sólo para mi disfrute. En uno de ellos florecían lotos azules, en otros lotos blancos y en un tercero lotos rojos. Sólo usaba ungüentos de sándalo de Benarés, y de Benarés era la tela de mi turbante, mi casaca, mi ropa interior y mi túnica. Sobre mi cabeza había, día y noche, un baldaquín blanco para que ni el frío ni el calor, el polvo, la paja o el rocío me perturbaran. Tenía tres palacios, uno para el verano, otro para el invierno y otro más para la estación de las lluvias. En el palacio para la estación de las lluvias, y durante los cuatro meses que duran éstas, era regalado con música tocada sólo por mujeres[16] y no salía del palacio. Mientras en las demás casas los criados y los esclavos comían arroz partido y gachas agrias, en la casa de mi padre recibían arroz selecto y carne.

Entre tanto esplendor y con una vida enteramente libre de cuidados, monjes, me surgió este pensamiento:

«Una persona ignorante, común, por más que esté segura de que ella misma se hará vieja y de que no puede escapar de la vejez, olvidando su propia situación, se siente deprimida, contrariada o repugnada cuando ve a un hombre viejo y decrépito. Estoy seguro de que yo también me haré viejo y no podré escapar de la vejez. No sería propio de alguien como yo sentirse deprimido, contrariado o repugnado al ver un hombre viejo y decrépito.» Monjes, con esta reflexión desapareció de mí todo orgullo por mi juventud[17].

«Una persona ignorante, común, por más que esté segura de que ella misma enfermará y de que no puede escapar de la enfermedad, olvidando su propia situación, se siente deprimida, contrariada o repugnada cuando ve a un enfermo. Estoy seguro de que yo también enfermaré y no podré escapar de la enfermedad No sería propio de alguien como yo sentirse deprimido, contrariado o repugnado al ver una persona enferma.» Monjes, con esta reflexión desapareció de mí todo orgullo por mi salud.

«Una persona ignorante, común, por más que esté segura de que ella misma morirá y de que no puede escapar de la muerte, olvidando su propia condición, se siente deprimida, contrariada o repugnada al ver una persona muerta. Estoy seguro de que yo también moriré y de que no puedo escapar de la muerte. No sería propio de alguien como yo sentirse deprimido, contrariado o repugnado al ver una persona muerta.» Monjes, con esta reflexión desapareció de mí todo orgullo de estar vivo.

(III, 38)

24. Lo condicionado ylo incondicionado

Monjes, las características de lo condicionado (la existencia) son tres. ¿Cuáles? Su origen es aparente, su desaparición es aparente y el cambio mientras persiste[18] es aparente. Estas son las tres marcas de lo condicionado.

Monjes, tres son las características de lo incondicionado. ¿Cuáles? La no-originación es aparente, la no-desaparición es aparente y el no-cambio mientras persiste es aparente. Estas son las tres no-características de lo incondicionado.

(III, 47)

25. Vejez, enfermedad y muerte I

En una ocasión fueron a ver al Bendito dos débiles y ancianos brahmínes. Eran muy viejos, de edad muy avanzada, tenían más de 120 años y estaban llegando al final de su vida. Tras saludarle, se sentaron a un lado y dijeron al Bendito:

«Maestro Gotama, somos brahmínes, ancianos y débiles… tenemos 120 años. Pero no hemos hecho nada noble y meritorio, nada que pueda mitigar nuestro miedo. ¡Que el Maestro Gotama nos aconseje! ¡Que el Maestro Gotama nos exhorte de manera que sirva para nuestro bienestar y felicidad durante micho tiempo!

En verdad brahmínes, que sois unos frágiles ancianos… tenéis 120 años y no habéis hecho nada bIe y meritorio, nada que pueda mitigar vuestro .miedo.

Brahmínes, este mundo es barrido por la vejez, la enfermedad y la muerte. Aunque el mundo es barrido por la vejez, la enfermedad y la muerte, el autocontrol de los actos, el autocontrol de las palabras y d autocontrol de los pensamientos proveerán al que parte (de este mundo) dé cobijo y seguridad. Serán una isla de refugio y socorro.»

Vuestra vida ha sido barrida, breve es el tiempo que [os queda.

No encuentra lugar seguro quien es arrastrado por la vejez.

Realizad las buenas acciones que conducen a la felicidad teniendo siempre presente el peligro que supone la muerte.

A quien es comedido con el cuerpo, las palabras y los pensamientos, le trae felicidad, cuando parte de aquí, haber realizado, mientras estuvo vivo, actos meritorios.

(III, 51)

26. Vejez, enfermedad y muerte II

(Los tres primeros párrafos son iguales que en el texto 25.)

«Este mundo, brahmínes, arde incendiado por la vejez, la enfermedad y la muerte. Aunque esté ardiendo, el que parte de él será provisto de cobijo y seguridad, una isla en la que refugiarse, por el autocontrol de sus actos, palabras y pensamientos.

Cuando una casa arde, serán útiles

los bienes que hayan sido sacados a tiempo, pero no los que hayan ardido en su interior.

Por eso, en este mundo incendiado por la vejez y la muerte, salvad con vuestra generosidad vuestras posesiones. Los bienes que hayáis otorgado, han sido sacados a tiempo y puestos a salvo.

A quien es comedido con el cuerpo, las palabras y el pensamiento le trae felicidad, cuando parte de aquí, haber realizado, mientras estuvo vivo, actos meritorios.

(III, 52)

27. La enseñanza visible

En una ocasión, cierto brahmín fue a ver al Bendito. Cuando llegó intercambió con él saludos respetuosos y se sentó a un lado. Una vez sentado, habló así al Bendito:

«Maestro Gotama, se dice que el Dhamma es visible aquí y ahora. ¿Hasta qué punto, Maestro Gotama, es el Dhamma visible aquí y ahora, da resultados inmediatos, invita a venir y ver, conduce hacia delante y es directamente experimentado por el sabio?

«Cuando un hombre, brahmín, está apasionado por la Injuria, cuando es arrollado y está infatuado por la lujuria, piensa (y planea) en perjuicio propio, piensa (y planea) en perjuicio ajeno piensa (y planea) en perjuicio propio y ajeno y su mente sufre y se aflige. También lleva una vida mala en obras, palabras y pensamientos y no comprende cuál es realmente su propio bienestar, ni el bienestar ajeno ni el bienestar propio y ajeno.

»Pero cuando ha abandonado la lujuria, no piensa (ni planea) en perjuicio propio, ni en perjuicio ajeno ni en perjuicio propio y ajeno y su mente no sufre ni se aflige. No llevará una vida mala en obras, palabras ni pensamientos y comprenderá cuál es realmente su propio bienestar, el bienestar ajeno y el bienestar propio y ajeno. Esta es la forma, brahmín, en la que el Dhamma es visible aquí y ahora.

»Cuando un hombre, brahmín, está depravado por el odio, cuando es arrollado y está infatuado por el odio…

»Cuando un hombre, brahmín, está aturdido por su ofuscación, cuando es arrollado y está infatuado por su ofuscación, piensa (y planea) en perjuicio propio, piensa (y planea) en perjuicio ajeno, piensa (y planea) en perjuicio propio y ajeno y su mente sufre y se aflige. También lleva una vida mala en obras, palabras y pensamientos y no comprende cuál es realmente su propio bienestar, ni el bienestar ajeno ni el bienestar propio y ajeno.

»Pero cuando ha abandonado el odio y la ofuscación, no piensa (ni planea) en perjuicio propio, ni en perjuicio ajeno ni en perjuicio propio y ajeno y sumen- te no sufre ni se aflige. No llevará una vida mala en obras, palabras ni pensamientos y comprenderá cuál es realmente su propio bienestar, el bienestar ajeno y el bienestar propio y ajeno. Brahmín, ésta es la forma en la que el Dhamma es visible aquí y ahora, da resultados inmediatos, invita a venir y ver, conduce hacia delante y es experimentado directamente por el sabio.»

(III, 53, 54)

28. Dar

En una ocasión, Vacchagotta, el asceta errante, fue a ver al Bendito y le habló así:

«Maestro Gotama, he oído decir que el asceta Gotama dice: “Las ofrendas deben ser hechas tan sólo a mí, no a los otros. Sólo a mis discípulos, no a los de otros. Sólo lo que se me da a mí produce frutos abundantes y no lo que se les da a otros. Sólo lo que se les da a mis discípulos produce frutos abundantes y no lo que se les da a los de otros.”

»Dime, Maestro Gotama, ¿los que hablan así reproducen las verdaderas palabras del Maestro Gotama y no las tergiversan? ¿Declaran esto en consonancia con vuestras enseñanzas y su declaración no debe ser causa de censura? Ciertamente no deseamos tergiversar las palabras del Maestro Gotama.»

«Vaccha, quienes han dicho eso no han reproducido correctamente mis palabras, sino que las han tergiversado. Sus declaraciones no están en consonancia con mis enseñanzas, y sus falsas afirmaciones son, ciertamente, causa de censura.

»Vaccha, aquel que impide a otro dar limosna es causa de obstrucción e impedimento para tres. Obstruye el acto meritorio del donante, obstruye la obtención del don por parte del receptor y, sobre todo, socava y perjudica su propio carácter.

»Lo que yo enseño realmente, Vaccha, es esto:

Aun cuando uno arroje las sobras de la cazuela o del p4ato al estanque o a la alberca del pueblo deseando que los seres que viven allí se alimenten con ello, incluso esto sería una fuente de méritos. Qué decir (de hacer don) a los seres humanos.

»Sin embargo, declaro que los dones hechos a los (perfectamente) virtuosos producen frutos abundantes, y no tanto los hechos a los inmorales. El, (el de virtud perfecta) ha abandonado cinco cualidades y posee otras cinco. ¿Cuáles son las cinco cualidades que ha abandonado? Ha abandonado el deseo sensual, ha abandonado el odio, ha abandonado la pereza y la apatía, el desasosiego y la ansiedad y la duda escéptica[19]• Estas son las cinco que ha abandonado.

»Cuáles son las cinco cualidades que posee? Posee la virtud del que es perfecto en el Entrenamiento: la concentración, sabiduría, liberación, conocimiento y visión del que es perfecto en el Entrenamiento. Estas son las cinc& que posee.

»Lo que se ofrece a quien ha abandonado esas cinco cualidades y posee las otras cinco, esto, declaro, produce frutos abundantes.»

(III, 57)

29. Sangārava

En una ocasión, Sangārava, el brahmín, fue a ver al Bendito y le dijo:

«Maestro Gotama, nosotros, los brahmínes, realizamos sacrificios e instamos a otros a que hagan sacrificios. El que realiza sacrificios por sí mismo y el que insta a otros a realizarlos, se ocupan en una práctica meritoria, pues la oferta del sacrificio se extiende a muchas personas. Pero el miembro de esta o aquella familia, que abandona el hogar para abrazar la vida de los que no tienen hogar, se doma a sí mismo nada más, se calma a sí mismo nada más. Si esto es así, se ocupa en una práctica meritoria como es el acto de abandonar la vida de hogar por una vida sin hogar, que sólo abarca a una persona.

»Brahmín, te haré una pregunta y tú la contestas como mejor te parezca. Brahmín, ¿qué piensas sobre esto? En el mundo aparece un Tathāgata, un Arahant, un hombre plenamente lúcido, dotado de conocimiento supremo y conducta virtuosa, sublime, conocedor de los mundos, un líder incomparable de los hombres que deben domeñarse, maestro de dioses y de hombres, despierto y bendito que habla así: «¡venid!, este el camino, este es el sendero que yo comprendí y realicé, la consumación suprema de la vida santa que proclamo. “¡Venid! Vosotros también podéis practicarla para que, con vuestro propio esfuerzo, podáis también comprender y realizar esta consumación suprema de la vida santa y morar en su consecución.”

»Así es como este maestro muestra el Dhamma y hace que otros practiquen también de esta manera. Son muchos cientos, muchos cientos de miles los que así lo hacen: Dado que es así, ¿qué crees, brahmín? ¿El acto de irse (a llevar vida de monje) es una práctica meritoria que concierne a una sola persona o a muchas?»

«Puesto que es así, maestro Gotama, la Partida es una práctica meritoria que se extiende a mucha gente.»

Cuando esto fue dicho, el Venerable Ánanda dijo a Sangārava el brahmín:

«De las dos práctica, brahmín, ¿cuál te parece ser más sencilla y producir menos daño y dar frutos más ricos y producir mayor beneficio?»

Entonces Sangārava, el brahmín, dijo al Venerable Ánanda: «Debo honrar y alabar a maestros tales como d maestro Gotama y el maestro Ánanda.»

Por segunda y tercera vez el Venerable Ánanda se dirigió al brahmín: «Brahmín, no te pregunto a quién debes honrar y alabar, sino cuál de las dos prácticas te parece ser más sencilla y producir menos daños, dar frutos más ricos y producir mayor beneficio.»

Pero también por segunda y por tercera vez, el brahmín Sangārava contestó: «Debo honrar y alabar a maestros tales como el Maestro Gotama y el Maestro Ánanda.»

Entonces el Bendito pensó: «Si por tercera vez el Brahmín Sangirava, al hacerle Ánanda una pregunta pertinente, se evade y no la contesta, ¿no debería yo sacarle de esa situación?» Y dijo al brahmín:

«Brahmín, ¿cuál fue el tema sobre el que versó la conversación entre los cortesanos cuando se reunieron hoy en el palacio real?»

«El tema de la conversación, Maestro Gotama, fue éste: “Al principio había menos monjes, pero eran más los que tenían poderes sobrenaturales y mostraban proezas mágicas milagrosas. Ahora hay más monjes, pero son menos los que tienen poderes sobrenaturales y pueden hacer milagrosas proezas mágicas.” Este fue el tema de conversación.»

«Brahniín, hay tres clases de milagros. ¿Cuáles son? El milagro de la magia, el milagro de la adivinación del pensamiento y el milagro de la instrucción.

» ¿Cuál es el milagro de la magia? Hay quien goza de las diversas clases de poderes mágicos: habiendo sido uno se convierte en muchos, habiendo sido muchos se convierte en uno; aparece y desaparece, sin ningún obstáculo atraviesa las paredes, los recintos cerrados y las montañas como si fueran espacios abiertos. Entra y sale de la tierra como si fuera agua, camina sobre las aguas sin hundirse, como si fueran tierra. Sentado con las piernas cruzadas viaja por el aire como un pájaro alado. Alcanza y toca con su mano el sol y la luna, que son tan fuertes y poderosos. El dominio de su cuerpo llega tan lejos como el mundo de Brahma. Brahmmn, esto es lo que se llama el milagro de la magia.

»Cuál es el milagro de la adivinación del pensamiento? Hay alguien que, por medio de un signo[20] declara: “Así es (el estado de tu mente; tal y cual es (el estado de) tu mente, así es tu pensamiento.” Y por muchas declaraciones que haga, son exactamente así y no de otra manera.

»Otro no hace sus declaraciones por medio de un signo, sino que tras oír voces de hombres, de seres no humanos o de devas[21] declara: “Así es tu mente; tal y cual es tu mente, así es tu pensamiento.” Y por muchas declaraciones que haga, son exactamente así y no de otra manera.

»Hay otro que no hace sus declaraciones por ninguno de estos medios, sino que oye el sonido de la vibración del pensamiento[22] de quien piensa y reflexiona, y declara: “Así es tu mente; tal y cual es tu mente, así es tu pensamiento.” Y por muchas declaraciones que haga, son exactamente así y no de otra manera.

»Hay uno que hace sus declaraciones (sobre el estado de la mente de otro) por ninguno de estos tres medios, sino que penetra mentalmente la mente de alguien que ha logrado un estado de concentración mental que carece de ideación y reflexión[23] y sabe de él: “Dada la dirección del proceso de su pensamiento, esta meritoria persona pensará, inmediatamente después de este estado presente de consciencia, este y aquel pensamiento.” Y por muchas declaraciones que haga, son exactamente así y no de otra manera. Esto es lo que se llama el milagro de la adivinación del pensamiento.

»Brahmín, ¿cuál es el milagro de la instrucción? Hay uno que enseña así: “Debes pensar de esta manera y no de aquella manera. Debes pensar en esto y no en aquello. Debes desechar esto y debes porfiar en la obtención de aquello”[24] Esto es lo que se llama el milagro de la instrucción.

»Brahmín, estas son las tres clases de milagros. ¿Cuál de estos tres milagros, brahmln, te parece ser el más maravilloso y más excelente?»

«Maestro Gotama, el resultado de los milagros de la magia y de la adivinación del pensamiento sólo lo experimentará el que los realiza, pertenecen únicamente a quien los realiza. Maestro Gotama, estos dos milagros me parecen tener la naturaleza de los trucos de un ilusionista.

»Pero el milagro de la instrucción, Maestro Gotama, me parece ser el más maravilloso y excelente de los tres.

»Es excepcional y notable lo bien que lo ha explicado el Maestro Gotama. Recordaremos al Maestro

Gotama como alguien dotado de estos tres poderes milagrosos, pues no hay duda de que el Maestro Gotama goza de diversas clases de poderes mágicos… Penetra y conoce la mente de quien ha entrado en un estado mental que carece de ideación y de pensamiento reflexivo… Y el Maestro Gotama instruye así: “Debes pensar de esta manera y no de aquella manera. Debes pensar en esto y no en aquello. Debes desechar esto y debes porfiar en la obtención de aquello”.»

«En verdad, Brahmín, que has dicho palabras extraordinariamente convenientes. Confirmo que gozo de las diversas clases de poderes mágicos… que penetro y conozco la mente de alguien que haya entrado en un estado de concentración mental que carece de ideación y de pensamiento reflexivo.., y que instruyo sobre lo que hay que pensar y lo que no hay que pensar…»

«Hay alguien, aparte del Maestro Gotama, algún otro monje que esté dotado de estos tres poderes milagrosos?»

«Sí, Brahmín. Los monjes dotados de estos tres poderes milagrosos no son cien ni doscientos, trescientos, cuatrocientos ni quinientos. Son mucho más los que tienen esas dotes.»

«Dónde están ahora esos monjes, Maestro Gotama?»

«En esta Orden, Brahrnín.»

«Excelente, Maestro Gotama! ¡Es admirable, Maestro Gotama! Es como si se pusiese boca arriba lo que estaba boca abajo, o se revelara lo que estaba oculto, o se indicara el camino a quien estuviera perdido, o se mantuviera una lámpara encendida en medio de la oscuridad para que vean aquellos que tengan ojos. Así como el Dhamma ha sido explicado de diversas maneras por el Maestro Gotama.

»Pido refugio al Maestro Gotama, al Dhamma y a la Orden de Monjes. Que el Maestro Gotama me acepte como devoto laico, como alguien que ha tomado refugio desde hoy y hasta el final de su vida.»

(III, 60)

30. Tres dogmas sectarios

Monjes, hay tres dogmas sectarios que, si se examinan a fondo, se investigan y se discuten, llevarán a la (doctrina de la) Inacción, incluso aunque se adopten por mor de la tradición. ¿Cuáles son esos tres dogmas?

Monjes, algunos ascetas y brahmínes enseñan y mantienen esta opinión: Cualquier cosa que una persona experimente, ya sea felicidad, dolor o una sensación neutra, es causada por las acciones pretéritas[25], Otros enseñan y mantienen la opinión de que cualquier cosa que una persona experimente, y sea felicidad, dolor o una sensación neutra, es causada por obra de dios. Y hay también ascetas y brahmínes que enseñan y mantienen la opinión de que cualquier cosa que una persona experimente, no tiene causa ni motivo.

1. Monjes, me dirigí a aquellos ascetas y brahmínes (que sostienen la primera opinión) y les dije: «Es cierto, como dicen, que vosotros, venerables, enseñáis y mantenéis la opinión de que cualquier cosa que una persona experimente.., es causada por acciones pretéritas?» Cuando ellos afirmaron que así es, les dije:

«Si es así, venerables, entonces se debe a una acción pretérita (hecha en una vida anterior) el que la gente corneta asesinatos, robos y acciones impúdicas. Se debe a una acción pretérita el que se den a la mentira, a la difamación y a la palabra insustancial y ociosa. Se debe a una acción pretérita que sean codiciosos, malévolos y sostengan opiniones falsas.

»Pero aquellos que recurran a las acciones pretéritas como factor determinante carecerán de estímulo y denuedo para hacer esto y no hacer aquello. Puesto que para ellos, real y verdaderamente, no hay fundamento para que esto o aquello deba ser hecho o no deba ser hecho, no pueden ser llamados con propiedad “ascetas” quienes viven sin atención ni autocontrol.

»Monjes, ésta es mi primera refutación argumentada a aquellos ascetas y brahmínes que enseñan y mantienen esa opinión.»

2. Entonces, monjes, me dirigí a aquellos ascetas y brahmínes (que sostienen la segunda opinión) y les dije: ¿Es cierto, corno dicen, que vosotros, venerables, enseñáis y mantenéis la opinión de que cualquier cosa que una persona experimente.., es obra de dios? Cuando ellos afirmaron que así es, les dije: «Si es así, venerables, entonces es obra de Dios el que la gente corneta asesinatos, robos y acciones impúdicas. Es obra de dios el que se den ala mentira, la difamación, la palabra insustancial y ociosa. Es obra de Dios el que sean codiciosos, malévolos y sostengan opiniones falsas.»

Pues aquellos que recurren a la obra de Dios como fctor determinante carecerán del estímulo y el denuedo para hacer esto y no hacer aquello. Puesto que para ellos, real y verdaderamente, no hay fundamento para que esto o aquello deba ser hecho o no debe ser hecho, no pueden ser llamados con propiedad “ascetas” quienes viven sin atención ni autocontrol.

Monjes, ésta es mi segunda refutación argumentada a aquellos ascetas y brahmínes que enseñan y mantienen esa opinión.

3. Una vez más, monjes, me dirigí a aquellos ascetas y brahmínes (que sostienen la tercera opinión) y les dije: «Es cierto, venerables, que, como dicen, enseñáis y mantenéis la opinión de que cualquier cosa que experimente una persona, ya sea felicidad, dolor o una sensación neutra, no tiene causa ni motivo?». Cuando ellos afirmaron que así es, les dije: «Si es así, venerables, no tiene causa ni motivo que la gente corneta asesinatos… no tiene causa ni motivo el que sean codiciosos, malévolos y sostengan opiniones falsas».

Aquellos que recurren a la falta de causa o motivo como factor determinante, carecerán de estímulo y denuedo para hacer esto y no hacer aquello. Puesto que. para ellos, real y verdaderamente, no hay fundamento para que esto o aquello deba ser hecho o no deba ser hecho, no pueden ser llamados con propiedad “ascetas” aquellos que viven sin atención ni autocontrol.

Monjes, esta es mi tercera refutación argumentada a aquellos ascetas y brahmínes que mantienen esa opinión.

Monjes, estos son los tres dogmas sectarios que si se examinan a fondo, se investigan y se discuten, llevarán a la (doctrina de la) Inacción, incluso aunque se adopten por mor de la tradición.

Ahora bien, monjes, el Dhamma que yo enseño[26] no es refutado, desprestigiado, recriminado ni censurado por los ascetas y brahmínes inteligentes[27] ¿Cuál es este Dhamma?

«Hay seis elementos.» Este es el Dhanima que yo enseño y que no es refutado…

«Hay seis esferas de los sentidos…» «Dieciocho actitudes. . .» «Cuatro Nobles Verdades.» Este es el Dhamma que yo enseño y que no es refutado, desprestigiado, recriminado ni censurado por ascetas y brahmínes inteligentes.

¿Por qué razón se dijo que «los seis elementos» son el Dhamma que yo enseño? Estos son los «seis elementos»: el elemento tierra, el elemento agua, temperatura, aire, espacio y consciencia[28]

¿Por qué razón se dijo que las «seis esferas de los sentidos» son el Dhamma que yo enseño? Las seis esferas de los sentidos son la esfera del ojo, la esfera del oído, de la nariz, de la lengua y de la mente.

¿Por qué razón se dijo que las «dieciocho actitudes mentales» son el Dhamma que yo enseño? Estas son las dieciocho actitudes mentales: al ver el ojo una forma visible, el objeto visual entra en contacto con el ojo, la toma de contacto del ojo con el objeto visual puede ocasionar alegría, tristeza o indiferencia. Al oír un sonido con el oído… al oler un olor con la nariz… gustar un sabor con la lengua… al sentir una sensación táctil con el cuerpo… al conocer un objeto con la mente… la toma de contacto con el objeto respectivo puede ocasionar alegría, tristeza o indiferencia. Estas son las dieciocho actitudes mentales.

¿Por qué razón se dijo que las Cuatro Nobles Verdades son el Dhamma que yo enseño? Condicionado por los seis elementos se produce el descenso al vientre[29] – Al tener lugar el descenso surgen la mente y el cuerpo. Condicionadas por la mente y el cuerpo surgen las seis bases sensoriales. Condicionada por las seis bases sensoriales surge la sensación. A aquel que siente le hago saber: «Esto es sufrimiento[30]• «Este es el origen del sufrimiento.» «Esta es la cesación del sufrimiento.» «Este es el Sendero que conduce a la cesación del sufrimiento.»

¿Cuál es, monjes, la Noble Verdad del Sufrimiento? Nacer es sufrimiento, envejecer es sufrimiento, la enfermedad, la muerte, la pena y el lamento, el dolor, la aflicción y la desesperación son sufrimiento. Estar unido a lo que no se quiere es sufrimiento, la separación de lo que se quiere es sufrimiento, no obtener lo que se quiere es sufrimiento. En suma, los cinco agregados del apego son sufrimiento.

¿Y cuál es, monjes, la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento?

Condicionadas por la ignorancia surgen las formaciones kármicas. Condicionada por las formaciones kármicas surge la consciencia. Condicionada por la consciencia surge la estructura fisico mental. Condicionadas por la estructura flsico-mental surgen las seis bases sensoriales. Condicionadas por las seis bases sensoriales surgen las impresiones sensoriales. Condicionada por las impresiones sensoriales surge la sensación. Condicionada por la sensación surge la codicia.

Condicionado por la codicia surge el apego. Condicionado por el apego surge el proceso del devenir. Condicionado por el proceso del devenir surge el renacimiento. Condicionados por el renacimiento surgen la decrepitud y la muerte, la pena y el lamento, el dolor, la aflicción y la desesperación. Así es como surge toda la masa de sufrimiento.

Monjes, esto es lo que se llama la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento.

¿Y cuál es, monjes, la Noble Verdad de la Cesación del sufrimiento?

Por medio de la total y completa desaparición y extinción de la ignorancia se extinguen las formaciones kármicas. Con la extinción de las formaciones kármicas se extingue la consciencia. Con la extinción de la consciencia se extingue la estructura fisico-mentaL Con la extinción de la estructura fisico-mental se extinguen las seis bases sensoriales. Con la extinción de la seis bases sensoriales se extinguen las impresiones sensoriales. Con la extinción de las impresiones sensoriales se extingue la sensación. Con la extinción de la sensación se extingue la codicia. Con la extinción de la codicia se extingue el apego. Con la extinción del apego se extingue el proceso del devenir. Con la extinción del proceso de devenir se extingue el renacimiento. Con la extinción del renacimiento se extingue la decrepitud y la muerte, la pena y el lamento, el dolor, la aflicción y la desesperación. Así es cómo se produce la extinción de toda la masa del sufrimiento.

Monjes, esto es lo que se llama la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento.

¿Y cuál es, monjes, la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento?

Es este Noble Sendero Octuple, a saber: Recta Comprensión, Recto pensamiento, Recta Palabra, Recta Acción, Recto Sustento, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración.

Monjes, esto es lo que se llama la Noble Verdad que conduce a la cesación del sufrimiento.

Estas Cuatro Nobles Verdades son el Dhamma que yo enseño y que no es refutado, desprestigiado, recriminado ni censurado por los ascetas y brahmínes inteligentes.

(III, 61)

31. Las tres raíces de la acción

«Monjes, silos ascetas errantes que tienen otros criterios os preguntasen: “Amigos, hay tres cualidades: apetito sexual[31], odio y ofuscación. Decidme, amigos, ¿cuál es su significado y diferencia?” Si os preguntasen eso, monjes, ¿cómo se los explicaríais a los ascetas errantes que tienen otros criterios?»

«Señor, para nosotros las enseñanzas tienen sus raíces en el Bendito. Nosotros tenemos al Bendito como guía y amparo. Sería conveniente, Señor, que el Bendito mismo aclarase el significado de lo que ha dicho. Los monjes recordarán lo que diga el Bendito.»

«Escuchad pues, monjes, con atención lo que os digo.»

«Sí, señor», contestaron los monjes. Y el Bendito dijo: «Si los ascetas errantes que tienen otros criterios os preguntasen (acerca de la distinción que hay entre las tres cualidades, su significado y diferencia) debéis explicárselo así:

»El apetito sexual es menos censurable, pero más difícil de eliminar[32]. El odio es más censurable pero más fácil de eliminar. La ofuscación es muy censurable y difícil de eliminar[33].

»Amigos, ¿cuál es la causa, cuál es la razón de que surja la lascivia que aún no ha surgido y del crecimiento y desarrollo de la lascivia que ya ha surgido?

»“Un objeto hermoso”, sería la respuesta. Surgirá la lascivia que aún no haya surgido y la lascivia que ya ha surgido crecerá y se desarrollará en aquel que presta atención desatinada a un objeto hermoso.

»Amigos, ¿y cuál es la causa, cuál es la razón de que surja el odio que aún no ha surgido y del incremento y desarrollo del odio que ya ha surgido?

»“Un objeto repulsivo”, sería la respuesta. Surgirá el odio que aún no haya surgido y el odio que ya ha surgido crecerá y se desarrollará en aquel que presta atención desatinada a un objeto repulsivo.

»Amigos, ¿y cuál es la causa, cuál es la razón de que surja la ofuscación que aún no ha surgido y del crecimiento y desarrollo de la ofuscación que ya haya surgido?

»“La atención desatinada”, sería la respuesta. Surgirá la ofuscación que aún no haya surgido, y la ofuscación que ya ha surgido crecerá y se desarrollará en aquel que presta atención desatinada.

»Ahora bien, amigos, ¿cuál es la causa?, ¿cuál es la razón para el no-surgimiento de la lascivia que aún no ha surgido y para su desvanecimiento si ya ha surgido?

»“Un objeto de impureza (corporal)” [34], sería la respuesta. No surgirá la lascivia que aún no haya surgido y la lascivia que ya ha surgido se desvanecerá en aquel que preste atención sabia a un objeto de impureza (corporal).

»Amigos, ¿y cuál es la causa?, ¿cuál es la razón para el no-surgimiento del odio que aún no haya surgido y para su desvanecimiento si ya ha surgido?

»“La liberación del corazón por medio del Amor Incondicional”, sería la respuesta. No surgirá el odio que aún no haya surgido y el odio que ya haya surgido se desvanecerá en aquel que preste atención sabia a la liberación del corazón por medio del Amor Incondicional.

»Amigos, ¿y cuál es la causa?, ¿cuál es la razón para el no-surgimiento de la ofuscación que aún no haya surgido, y para su desvanecimiento si ya ha surgido?

»“La atención sabia”, sería la respuesta. No surgirá la ofuscación que aún no haya surgido y la ofuscación que ya haya surgido se desvanecerá en aquel que preste atención sabia.»

(III, 68)

32. Renacimiento

En una ocasión el Venerable Ánanda fue a ver al Bendito y le habló así:

«Señor, se habla del devenir[35], ¿Por qué se produce el devenir?»

«Ánanda, si no hubiera un kamma (una acción) que madurase en la esfera de la existencia sensorial. ¿Podría aparecer algún devenir sensorial?»

«Seguro que no, Señor.»

«Así pues, Ánanda, el kamma (la acción) es el terreno, la consciencia es la semilla y la codicia (tanhā) es la humedad. La consciencia de los seres trabados por la ignorancia y encadenados por la codicia se ve atrapada en una esfera interior[36]• Por eso hay en el futuro un nuevo devenir, un renacimiento.

»Ánanda, si no hubiera un kamma madurando en una esfera inmaterial, ¿podría aparecer algún devenir inmaterial sutil?».

«Seguro que no, Señor.»

«Así pues, Ánanda, el kamma (acción) es el terreno, la consciencia es la semilla y la codicia es la humedad. La consciencia de los seres trabados por la ignorancia y encadenados por la codicia, se ve atrapada en una esfera intermedia. Por eso hay, en el futuro, un nuevo devenir, un renacimiento.

Ánanda, si no hubiera un kamma madurando en una esfera inmaterial, podría aparecer algún devenir inmaterial?»

«Seguro que no, Señor.»

«Así pues, Ánanda, el kamma es el terreno, la consciencia es la semilla y la codicia es la humedad. La consciencia de los seres trabajos por la ignorancia y encadenados por la codicia se ve atrapada en una esfera elevada[37]. Por eso hay, en el futuro, un nuevo devenir, un renacimiento. Ánanda, por eso se produce el Devenir.»

(III, 76)

33. El refinamiento de la mente 1

Monjes, en el oro hay impurezas burdas tales como tierra y arena, cascajo y guijo. El orfebre o su aprendiz ponen el oro en una criba y lo lavan, lo aclaran y lo limpian minuciosamente.

Después de hacer esto, siguen quedando en el oro impurezas moderadas tales como guijo menudo y arena gruesa. Así pues, el orfebre o su aprendiz lo lavan, aclaran y limpian de nuevo.

Después de hacerlo, aún siguen quedando en el oro impurezas menudas tales como arenilla y polvo negro. El orfebre o su aprendiz repiten el lavado hasta que sólo queda el polvillo de oro.

Entonces ponen el oro en un crisol lo funden, lo fusionan, pero no lo sacan (del recipiente) todavía, pues la escoria aún no ha sido eliminada por completo y el oro no es plenamente flexible, maleable y brillante sino que sigue siendo quebradizo y no se deja moldear con facilidad.

El orfebre o su aprendiz repiten cuidadosamente fundición hasta que llega un momento en el que las impurezas han sido eliminadas por completo. El oro es ya plenamente flexible, maleable y brillante y se deja moldear con facilidad. Cualquiera que sea el aderezo que el orfebre desee hacer, bien sea una diadema, unos pendientes, una gargantilla o una cadena, ya puede usar el oro para ese propósito.

Monjes, es semejante el caso de un monje dedicado d adiestramiento mental más alto. En él hay impurezas burdas que son la conducta errónea en obras, palabras y pensamientos. El monje abandona, desecha y pone fin a esa conducta de nuevo.

Después de abandonarla, siguen adheridas al monje dedicado al adiestramiento mental más alto impurezas moderadas que son los pensamientos sensuales, coléricos y-violentos. El monje abandona, desecha y pone fin a esos pensamientos y no permite que se produzcan de nuevo.

Cuando los ha abandonado, siguen adheridas al monje dedicado al adiestramiento mental más alto unas impurezas sutiles que son pensamientos sobre su familia, su país (casa) y su fama[38].

Cuando los ha abandonado, aún quedan pensamientos sobre los estados mentales superiores (las experiencias de la meditación).

La concentración no está (todavía) en calma ni está refinada; no ha logrado la tranquilidad suma ni ha conseguido la unificación mental y se sostiene por medio de la represión enérgica (de las contaminaciones).

Pero llega un momento en el que su mente gana firmeza interior, se asienta, se unifica y se concentra. Esa concentración está ya en calma, está refinada. Ha obtenido la tranquilidad suma y ha logrado la unificación mental. No se mantiene por medio de la represión enérgica (de las contaminaciones).

Entonces, cuando quiera que obtenga las condiciones necesarias, dirige su mente a cualquier estado alcanzable por el conocimiento supranormal y obtiene la capacidad de realizar ese mismo objeto con el conocimiento supranormal más elevado.

(III, 100, 1-10)

34. El refinamiento de la mente II

Un monje dedicado al adiestramiento mental más alto debe, de vez en cuando, prestar atención a tres cosas. Debe, de vez en cuando, prestar atención aJa concentración; de vez en cuando al esfuerzo enérgico y de vez en cuando a la ecuanimidad.

Si un monje dedicado al adiestramiento mental más alto prestara atención exclusiva a la concentración, es posible que su mente cayera en la indolencia. Si prestara atención exclusiva al esfuerzo enérgico, es posible que su mente cayera en el desasosiego. Si prestara atención exclusiva a la ecuanimidad, es posible que su mente no se concentrará como es debido en la destrucción de las corrupciones (āsava).

Pero si, de vez en cuando, presta atención a cada una de estas tres cosas, su mente será flexible, maleable, lúcida y no difícil de manejar, y estará bien concentrada en la destrucción de las corrupciones.

Suponed que un orfebre o su aprendiz construyen un horno, encienden un fuego en su boca, toman el oro con unas tenazas y lo ponen sobre el horno. De vez en cuando soplan, de vez en cuando lo rocían con agua, de vez en cuando lo examinan de cerca. Si el orfebre soplara sobre el oro constantemente, lo calentaría demasiado. Si lo rociara con agua constantemente, se enfriaría. Si solamente lo mirara, el oro no quedaría totalmente refinado. Pero si el orfebre atiende de vez en cuando a cada una de estas tres funciones, el oro se hará flexible, maleable y brillante. Entonces puede ser moldeado, y cualquiera que sea el aderezo que el orfebre desee hacer, bien sea una diadema, unos pendientes, una gargantilla o una cadena, ya puede usar el oro para ese propósito.

De forma similar son tres las cosas a las que un monje dedicado al entrenamiento mental más alto debe prestar atención de vez en cuando: concentración, esfuerzo enérgico y ecuanimidad[39]. Si presta una atención regular a cada de ellas, su mente se hará flexible, maleable, lúcida y no difícil de manejar y estará bien concentrada en la destrucción de las corrupciones.

Entonces, cuando quiera que obtenga las condiciones necesarias, dirige su mente a cualquier estado alcanzable por el conocimiento supranormal y obtiene la capacidad de realizar ese mismo objeto con el conocimiento supranormal más elevado.

(III, 100, 11 y ss.)

35. Disfrute, desdicha y salida 1

Monjes, antes de mi Iluminación, cuando aún era un bodhisatta, se me ocurrió este pensamiento: «Qué es disfrute del mundo? ¿Qué es desdicha del mundo? ¿Cuál es la escapatoria del mundo?» Entonces pensé:

“El disfrute del mundo es todo aquello que causa felicidad y satisfacción en el mundo. La desdicha del mundo es (el hecho de) que el mundo sea impermanente, esté cargado de dolor y sujeto a cambio. La escapatoria del mundo es la eliminación, el abandono del deseo y de la pasión por el mundo.»

Como por aquel entonces, monjes, no había visto con claridad, tal y como son realmente, el disfrute del mundo como disfrute, su desdicha como desdicha ni la escapatoria del mundo como escapatoria, no sabía a ciencia cierta si había alcanzado la iluminación perfecta e incomparable en el mundo con sus devas, Māras y Brahmas y con su multitud de ascetas y brahmínes devas y hombres.

Pero cuando comprendí plenamente (todo esto) supe a ciencia cierta que había alcanzado en este mundo la Iluminación incomparable y perfecta… surgieron en mí el conocimiento y la visión: «Inquebrantable es la liberación de mi mente; éste fue mi último nacimiento, ya no habrá más devenir.»

(III, 101,1-2)

36. Disfrute, desdicha y salida II

Fui, monjes, en busca del disfrute del mundo. He encontrado lo que hay de disfrute en el mundo y he visto con claridad y sabiduría hasta donde llega el disfrute del mundo.

Fui, monjes, en busca de la desdicha del mundo. He encontrado lo que hay de desdicha en el mundo y he visto con claridad y sabiduría hasta dónde llega la desdicha del mundo.

Fui, monjes, en busca de una escapatoria del mundo.. He encontrado la escapatoria del mundo, y en en cuanto que hay una escapatoria del mundo, la he visto con claridad y sabiduría.

(III, 101,3)

37. Disfrute, desdicha y salida ifi

Monjes, si no hubiera disfrute en el mundo, los seres no se apegarían al mundo. Pero como hay disfrute en el mundo, los seres se apegan a él.

Si no hubiera desdicha en el mundo, los seres no repudiarían el mundo. Pero como hay desdicha en el

mundo, los seres lo repudian.

Si no hubiera una escapatoria del mundo, los seres no podrían zafrse del mundo. Pero como hay una escapatoria del mundo, los seres pueden zafarse de él…

(III, 102)

38. Rarezas

Monjes, hay tres personas cuya aparición en el mundo es rara. ¿Cuáles son esas tres?

1.-La aparición de un Tathāgata, un Arahant plenamente iluminado es rara en el mundo.

2.-Una persona capaz de exponer la Enseñanza y la Disciplina enseñadas por el Tathāgata es rara en el mundo.

3.-Una persona que muestre gratitud y reconocimiento es rara en el mundo.

(III, 112)

39. Gotamaka

En una ocasión el Bendito residía en el Santuario de Gotamaka, en la vecindad de Vesālī. Allí el Bendito se dirigió así a los monjes:

«Después de haberlo comprendido en su totalidad, y no sin su comprensión plena, monjes, enseño el Dhamma. Con buenos argumentos y no sin buenos argumentos enseño el Dhamma. De forma concluyente y no de forma discutible, enseño el Dhamma. Por tanto, monjes, mis consejos deben ser seguidos y mis instrucciones aceptadas. Esto, monjes, es suficiente para vuestra satisfacción, suficiente para vuestro contento, suficiente para vuestra alegría. el Bendito está plenamente iluminado, el Dhamma del Bendito está bien proclamado. La Orden está bien dirigida.»

Así hablo el Bendito. Y aquellos monjes aprobaron con alegría las palabras del Bendito.

Mientras se estaba dando esta Enseñanza, los mil universos se sacudieron.

40. La legitimidad de las tres características

Aparezcan o no los Tathāgatas en el mundo, sigue habiendo un hecho, una condición firme y necesaria de la existencia, y es que todas las formaciones son impermanentes… que todas las formaciones están sujetas al sufrimiento.., que todas las cosas están vacias de mismidad[40].

Un Tathāgata tiene lucidez completa sobre este hecho y lo penetra. Siendo plenamente lúcido de él y habiéndolo penetrado, anuncia, enseña, da a conocer, presenta, expone, analiza y explica que todas las formaciones son impermanentes, que todas las formaciones están sujetas al sufrimiento, que todas las cosas están vacías de mismidad.

(III, 134)

41. Días felices

Monjes, aquellos seres cuyo comportamiento de obra, palabra y pensamiento sea virtuoso por la mañana, pasarán una mañana feliz.

Monjes, aquellos seres cuyo comportamiento de obra, palabra y pensamiento sea virtuoso por la tarde, pasarán una tarde feliz.

Monjes, aquellos seres cuyo comportamiento de obra, palabra y pensamiento sea virtuoso por la noche, pasarán una noche feliz.

Tiempos en verdad propicios y alegres, amaneceres felices y días dichosos, momentos preciosos y horas bienaventuradas, tendrá aquel que, complacido, dé limosna a quienes llevan una vida noble y santa. Ese día, la virtud de las palabras y de las obras, de los pensamientos y también las aspiraciones nobles, traerán pingües ganancias a aquellos que lo practiquen. Dichosos los que cosechan tales dones, ellos crecerán en la Ley del Buda.

¡Vivid así vosotros y toda vuestra familia! ¡Henchidos de felicidad y en buena salud!

(III, 150)

[1] En esta sección, al referirse al rey del mundo, dhamma no significa la doctrina del Buda (como en las secciones siguientes), sino la ley moral que se aplica al gobierno de un reino, labor que no debe ser ejercida de forma arbitraria, sino legítima, con justicia y virtud.

[2] Para su familia y la corte

[3] «Gira la rueda de la soberanía de acuerdo al Dhamma.»

[4] «Dhamma» significa aquí la legitimidad que gobierna al mundo y la liberación de él y cuyo contenido es el Buda-Dhamma (la doctrina).

[5] El primer tipo de paciente debe ser atendido, aunque sea incurable, porque cabe en lo posible que piense que si recibe los cuidados debidos, aún puede curarse. Si se le descuida, se sentirá resentido y albergará pensamientos de rencor que pueden llevarlo a un renacimiento infausto. Pero si se le cuida con esmero y ve que se ha hecho por él todo lo posible y necesario, considerará su aflicción el resultado (inevitable) de sus propias acciones (kamma); se sentirá bien dispuesto hacia aquellos que lo atienden y gracias a esos sentimientos amistosos tendrá un renacimiento feliz. El segundo tipo, que es seguro que va a recuperarse o que sólo está ligeramente indispuesto, también debe ser bien cuidado para que su recuperación se acelere.

[6] La seguridad de la liberación final al entrar en la Corriente o en alguno de los siguientes estados de Santidad.

[7] Según el Comentario, al primero de los tres se le llama padaparamo, «uno para quien las meras palabras de la Enseñanza son lo más esencial». No obtendrá en la vida presente los estados de santidad. El segundo es llamado ngghati taññu, y es aquel que comprende la Verdad tan pronto como se le da una breve instrucción, como Nālaka Thera. El tercer tipo es llamado vipacitaññu, y es aquel que comprende la Verdad tras recibir instrucciones detalladas y repetidas. Es uno de los llamados neyya, que tienen necesidad de guía. Estos tres tipos de hombres se explican en el Puggala-Paññatti (Designación de los tipos humanos), uno de los libros del Abbhidliamma Pitaka.

El Comentario añade que las instrucciones dadas al primer tipo pueden ayudarle en una existencia futura. El segundo tipo, si recibe instrucción, acelerará su progreso hacia la meta final. El tercer tipo necesita, sin falta, instrucciones y guía repetidas.

[8] Ẫsava, «influjos», manchas, lacras. Hay tres: la corrupción del deseo sensorial, del deseo de existencias continuadas y la corrupción de la ignorancia. En algunos textos se añade una cuarta: la corrupción de las opiniones erróneas.

[9] Anusaya, tendencias (latentes) habituales de naturaleza perjudicial arraigadas profundamente.

[10] Lobha, dosa, moha, llamadas generalmente «raíces de lo perjudicial». El término «codicia» abarca todos los grados de lo atractivo, desde la traza más leve de apego hasta las formas más burdas de deseo y egoísmo. El término «odio» abarca todos los grados de aversión, desde el más ligero atisbo de mal humor hasta las formas más violentas de cólera y venganza.

[11] Literalmente, «en cualquier parte en la que aparezca la forma personalizada (del agente)». Comentario: en cualquier parte en la que aparezcan los agregados

[12] Comentario. En los lugares a los que solía ir el ganado había una pista forestal ancha y llana. El Buda había llevado hasta dia hojas caídas de los árboles y, tras extender su manto sobre días, se sentó con las piernas cruzadas

[13] Hatthaka era hijo del rey dé Alavi y se convirtió en anāgāmi (uno que ya no vuelve). El Buda lo puso como modelo para los bicos y lo declaró el primero entre aquellos que obtienen seguidores porque poseen las cuatro bases de la popularidad. (Las cuatro bases de la popularidad son: generosidad, palabra amable, buenas acciones e imparcialidad. N. de la T.)

[14] Esta sección que describe los tormentos ha sido reducida.

[15] La vida en el infierno, que es un estado de existencia extremadamente doloroso, no significa para el budismo un castigo eterno. Una forma de vida tan dolorosa es la consecuencia legítima de actos nocivos y terminará cuando se agote la causa que la condiciona. Las causas provechosas del pasado pueden entonces tener una oportunidad de actuar y proporcionar un renacimiento más feliz.

[16] Comentario. El resto de sus asistentes, incluso los guardianes de las puertas, eran también mujeres.

[17] El Comentario aclara que, puesto que el príncipe Siddharta no había alcanzado aún la Santidad (la traba del orgullo sólo se elimina totalmente por el Camino de Santidad), hay que comprender este pasaje (y los siguientes) en el sentido de que el orgullo se desechó por medio del pensamiento reflexivo. Las deidades habían mostrado, en el primero de1os cuatro encuentros, un hombre anciano al Bodhisatta y desde aquel momento y hasta que alcanzó la Santidad no surgió en aquel gran ser ningún orgullo motivado por su juventud.

[18] Subcomentario. Es el estado que va (o gira) desde la fase del origen hacia la disolución.

[19] Los cinco impedimentos (nīvarana).

[20] Se refiere a las señales externas, es decir, hechos que ocurren en ese momento y que, por asociación verbal o de otro tipo, se interpretan como relacionadas con el estado de la mente de la persona concernida

[21] Oyendo hablar a otros que conocen la mente de la persona concernida (por ejemplo revelaciones de los dioses que tienen conocimiento supranormal de la mente de otros).

[22] El Comentario del Anguttara lo explica diciendo que «oyendo a una persona murmurar en sueños o hablando absorto consigo mismo». El Comentario del Abhidhamma ofrece otra explicación muy interesante: «En quien intenta decir esto o aquello surge lo que se llama “un sonido de vibración del pensamiento no perceptible para el oído sino tan sólo para la mente.” En el Subcomentario se dice que este pasaje del Sutta se refiere al sonido sutil que se origina junto con la expresión verbal que es producido por un movimiento de la lengua, el paladar, etc. Por ello, este pasaje del Sutta significa: “Oyendo el sonido sutil con el oído divino declara…” No obstante, ambos Comentarios del Abhidhamma rechazan en su conclusión final esta explicación alternativa, considerando que es una contradicción hablar de “sonido inaudible”. Estos interesantes pasajes parecen avalar la teoría de que los pensamientos no expresados verbalmente también afectan a los órganos vocales y se nos recuerda el hecho de que, en el Sutta, «pensando y reflexionando” se dice que son formaciones vocales, es decir, dialogo interior (“parole interieur”, en francés en el original).

[23] Es decir, del segundo jhāna en adelante.

[24] El Comentario da estos ejemplos: «Debes pensar en la renuncia y no en la sensualidad, debes contemplar la idea de la impermanencia y no la de la permanencia, debes desechar el deseo por los cinco objetos sensoriales y adquirir el Dhamrna supramundano de los Cuatro Caminos y sus frutos».

[25] «Causado por lo que se ha hecho antes», es decir, el kamma realizado en una vida previa.

[26] Comentario. «Habiendo demostrado que esas tres opiniones conducentes a la inacción (en el sentido moral) son vanas, insustanciales y no llevan a la liberación, el Bendito comienza a explicar su propia enseñanza, que está bien argumentada y conduce a la liberación.»

[27] Comentario. Se especifica los inteligentes, puesto que es interminable lo que las personas no inteligentes pueden decir sin comprender como es debido.

[28] Comentario. «Por este medio se hace referencia al objeto de meditación constituido por los Elementos. Desde este enfoque daremos una breve exposición: Los elementos tierra, agua, calor y aire son llamados “Grandes Primarios” (de la materia). El elemento Espacio representa a la materialidad derivada* de ellos y hay que considerar que si se comprende este único fenómeno, se comprenderán los otros 23. El elemento “consciencia” es “mente” (citta) o el Agregado de la Consciencia; la sensación simultánea es el Agregado de la Sensación; la percepción el Agregado de la Percepción y la impresión sensorial junto con la volición es el Agregado de las Formaciones Mentales. Estos cuatro conforman los Agregados inmateriales que son “mente” (o nombre, nāma) y los Cuatro Primarios junto con la materialidad derivada conforman el Agregado de la Corporalidad, que es “cuerpo” (o forma, rūpa). Por tanto, lo único que hay son estas dos cosas: nombre y forma (mente y materia, nāma-rūpa) y no hay ni un “ser” (sustancial) ni un “alma” más allá de ellas. Esta es la forma en la que debe ser comprendida esta breve declaración acerca del objeto de meditación constituido por los Seis Elementos que conduce al estado de Arahant.»

Las otras clasificaciones que se dan el Sutta son elaboradas de forma similar en el comentario, como preparación para la práctica de la visión cabal analítica.

* El Espacio es uno de los 24 fenómenos corpóreos secundarios llamados en su conjunto “materialidad derivada”‘ que se deriva de los cuatro elementos físicos primados. Estos 24 fenómenos son: los cinco sentidos físicos, la forma, el sonido, el olor, el tacto, la femineidad, la virilidad, la base física de la mente, la expresión corporal, la expresión verbal, la vida física, el espacio, la agilidad lisies, la elasticidad, adaptabilidad, crecimiento, continuidad, decrepitud, inpermanencia y nutrimento. (N. de la T.)

[29] Es una variante de la cadena del Origen Dependiente que en este Sutta llega hasta el eslabón «sensación». La fórmula usual es:«condicionada por la consciencia surge la estructura físico-mental», pero en este texto la «consciencia» es reemplazada por «descenso al vientre», es decir, la concepción. Esta es una de las razones canónicas que justifican la explicación que el comentario da del eslabón «consciencia» como «consciencia del renacimiento».

[30] El Comentario dice que por «sensación» no debe entenderse aquí la mera sensación física, sino la sensación con comprensión de la que es ejemplo la contemplación de las sensaciones del Satipatthāna Sutta. Quiere decir que las Cuatro Nobles Verdades van dirigidas principalmente a aquellos que comprenden la verdadera naturaleza de las sensaciones tal y como se revelan a sí mismas con la experiencia directa y la observación atenta.

[31] Por lo general, cuando se trata, como aquí, de las tres raíces de la acción perjudicial, el término que se utiliza no es raga -apetito sexual-, sino codicia, lobha.

[32] Según el comentario, no conlleva reproche social, pues el matrimonio, por ejemplo, se aceptado socialmente aunque esté basado en el deseo sexual, y si, en este caso, la lascivia se mantiene dentro de los límites de la ley moral básica, dicha lascivia no llevará, por sí misma, a un renacimiento infeliz en estados inferiores, de aquí que sea menos censurable (una falta menor) con respecto a sus consecuencias kármicas. Pero como el apetito sexual tiene unas raíces muy profundas en la naturaleza humana, es —según el comentario tan difícil de eliminar como el tizne del hollín y un apego particular puede seguir a la persona incluso durante dos o tres vidas.

[33] El odio y la ofuscación son considerados socialmente reprobables y tienen consecuencias kármicas calamitosas porque ambos pueden conducir a un renacimiento en estados de desdicha. Sin embargo, el odio es un estado desagradable de la mente y, los seres, que desean por naturaleza la felicidad, se sentirán a disgusto con su presencia insidiosa (excepto en los casos extremos de quienes hayan llegado a disfrutar su odio). Por ello, quienes ven el mal y el peligro del odio harán un esfuerzo por vencerlo. También es más fácil anular los efectos de la ira en uno mismo y en los demás pidiendo perdón a aquellos sobre los que se ha descargado I ira; pero la ofuscación, si está enraizada profundamente en la codicia, las opiniones equivocadas o los prejuicios, será tan difícil de eliminar como el apetito sexual

[34] Se refiere a los objetos de meditación relacionados con las impurezas corporales, es decir las 32 partes del cuerpo y las contemplaciones del cementerio. La reflexión reiterada sobre la falta básica de atractivo del cuerpo también servirá de antídoto contra el apetito sexual.

[35] Bhava, existencia.

[36] La esfera de los sentidos.

[37] La esfera inmaterial.

[38] El comentario explica que son pensamientos relativos acera de si el lugar en que se vive es seguro y proporciona sustento suficiente. Probablemente lo que se quiere decir con estas tres impurezas sutiles es el apego sutil a la familia, al lugar de origen y a la reputación personal.

[39] Se refiere a la observación objetiva y al examen del estado meditativo de la mente. Comentario: Examina la rapidez o velocidad del conocimiento, la intensidad de la penetración de la Visión Cabal.

[40] Según el Comentario, estos monjes eran aquellos a quienes había predicado antes el Mūla pariyāya Sutta, el primer sermón del Majjhima Nikáya, y que habían sido brahmanes antes de i ordenación. Como no pudieron comprender un texto tan pro fundo, no se regocijaron con él ni lo aprobaron. Es el único Sutta del que se tiene constancia de que produjera al acabar una reacción tan negativa por parte de los monjes que, en su orgullo, habían puesto en duda que el Buda, que daba una enseñanza tan ininteligible, fuera realmente un guía fiable para alcanzar la liberación. Cuando el Buda conoció su cambio de opinión vió que su comprensión había madurado, les predicó este texto, el Gotamaka Sutta. Esta vez los monjes dieron su aprobación y lograron el estado de arahants.

Si consideramos que fue el Gotamaka Sutta lo que hizo que madurara el impacto del Mūla pariyāya Sutta, comprenderemos mejor que se le otorgue a este breve texto un poder tan grande que ha hecho que se diga de él que «sacudió el mundo».