«ANAPANASATI» es una técnica de meditación que utiliza como punto de anclaje la respiración. Es una maravillosa herramienta para explorar la vida, gracias al desarrollo de una atención sutil y a una investigación activa de la respiración y de la vida. La respiración es el flujo que mantiene y alimenta la vida, a la vez que desvela los estados del cuerpo y de la mente. Tiene además la gran ventaja de estar siempre con nosotros, hagamos lo que hagamos.
Según las escrituras budistas Pali, «ANAPANASATI» es el sistema de meditación y de desarrollo mental (citta-bhavana) generalmente practicado y enseñado por el Buda Gautama. Esta práctica ha sido preservada y transmitida a lo largo de más de 2.550 años, y sigue siendo hoy en día parte esencial de la vida de la mayoría de los Budistas practicantes de Asia y del resto del mundo.
Buddhadasa Bhikkhu es uno de los maestros tailandeses contemporáneos más reconocidos. Su labor de investigación de las «escrituras» originales, su interés por las demás tradiciones espirituales y su forma de enseñanza poco convencional, le han valido una imagen de «renovador», al margen del Budismo institucionalizado. La mayor parte de su vida la dedicó al estudio de las «escrituras» y a la práctica e investigación de esta técnica de meditación, para poder ofrecernos hoy sus enseñanzas basadas en una experiencia vivenciada.
Santikaro Bhikkhu fue monje durante mas de 20 años , muchos de los cuales en Suan Mokkh , cerca de A. Buddhadasa , dedicado a traducir su obra y a dirigir los retiros mensuales para extranjeros . De nacionalidad americana y con un perfecto dominio del Tailandés , ha hecho una gran labor de difusión de la obra de Buddhadasa en Inglés .
Los capítulos de este libro son charlas dadas por Buddhadasa Bhikkhu durante los retiros organizados en el Monasterio de Suan Mokkh, para la introducción y la práctica de la meditación. Estas charlas van dirigidas a los occidentales asistentes y utilizan un lenguaje directo y sencillo, abandonando curiosidades culturales y sofisticaciones estilísticas e intelectuales, en beneficio de una enseñanza clara, científica y racional, más adaptada a las tendencias mentales de los occidentales. El lector puede sentirse cansado por las numerosas repeticiones, debidas a la forma misma de la enseñanza budista y al hecho de que sean orales. Sin embargo, gran parte de los temas tratados son mucho más sutiles de lo que aquí parecen explicados sencillamente y merecen no ya algunas repeticiones, sino además varias lecturas . Se han añadido algunas notas para facilitar la comprensión .
Esta traducción sólo incluye tres de las siete charlas de la versión inglesa, es decir las cuatro primeras etapas de las dieciséis de que consta «ANAPANASATI». Sentimos no haber podido todavía traducir la totalidad del libro, pero encontraréis aquí material más que suficiente para iniciar y desarrollar vuestra práctica. Por otro lado, la primera charla describe la totalidad de las dieciséis etapas ofreciendo una completa visión del conjunto de la práctica y contestando esperamos, a diversos tipos de preguntas sobre sus razones y sus finalidades.
Estas enseñanzas van mas dirigidas a personas deseosas de ponerlas seriamente en práctica, que a las que quieran satisfacer su curiosidad intelectual. Esperamos que su estudio nos ayude en nuestro camino de ver las cosas tal como son y de liberación del sufrimiento.
CAPÍTULO PRIMERO : ¿ POR QUÉ ESTUDIAR Y PRACTICAR EL DHAMMA ?
Antes de contestar a esta pregunta, necesitamos comprender el significado del «Dhamma», para profundizar después en los motivos de estudiarlo y practicarlo.
EL DHAMMA Y LOS SECRETOS DE LA VIDA
Una definición del «Dhamma» sencilla de entender es: «el secreto de la naturaleza que ha de ser comprendido para conseguir desarrollar la vida hasta el más elevado provecho.».
Desarrollar la vida hasta el más alto nivel significa alcanzar un tipo de vida libre de todo problema y de todo sufrimiento (dukkha), es decir libre de cualquier cosa que puedan significar las palabras «problema» y «dukkha».
El esclarecimiento de la palabra «secreto» es importante para la comprensión del tema. Si no conocemos el secreto de algo, somos incapaces de practicarlo con éxito y obtener los más elevados resultados y los mayores beneficios de ello. Por ejemplo, los progresos en la exploración del espacio exterior y los desarrollos de la energía nuclear, sólo han sido posibles gracias a la comprensión de algunos secretos de estas cosas. De la misma forma para conducir la vida a su más alto desarrollo, es necesario conocer sus secretos.
La vida, especialmente en el contexto del «Dhamma», es un asunto de la naturaleza (Dhamma-jati). Esta palabra Pali «Dhamma-jati» quizás no corresponda exactamente a la española «naturaleza», pero son suficientemente parecidas. Entended que designa algo que existe en sí mismo, por sí mismo, y tiene su propia ley. Este significado de naturaleza no está opuesto al hombre, tal como lo entienden algunos occidentales, sino que incluye al hombre y todo lo que el experimenta. Tenemos que entender el secreto de la naturaleza de la vida, es decir entender el «Dhamma».
LOS CUATRO ASPECTOS DEL DHAMMA
El Dhamma de la vida posee cuatro significados:
1.-La naturaleza en sí
2.-La ley de la naturaleza
3.-El deber que ha de ser realizado en relación a esta ley de la naturaleza.
4.-Los frutos o beneficios que aparecen al realizar este deber.
Tened siempre en mente estos cuatro significados relacionados entre sí. Investigad por favor esta Verdad en vuestro interior, en este cuerpo y mente que imagináis ser vosotros mismos. En cada uno de nosotros se encuentran varias naturalezas que componen un cuerpo, un ser. Estas son regidas por la ley de la naturaleza. Y existe el deber (la tarea) que debe ser realizado correctamente para y por todas las cosas, de acuerdo con la ley de la naturaleza. Finalmente, están los resultados de la realización de este deber. Si el deber es realizado correctamente, el resultado será el bienestar, la tranquilidad, el sentirse contento, cómodo, a gusto. Sin embargo, si el deber es realizado incorrectamente, el resultado será dukkha: insatisfacción, ansiedad, dolor, frustración. Aún en este nivel preliminar, observad por favor con cuidado y ved claramente que en cada uno de nosotros están estos cuatro aspectos del Dhamma o de la naturaleza.
Cuando hayamos investigado por completo estos cuatro significados de la naturaleza, veremos que la vida está sólo compuesta por ellos. Pero por ahora, tenemos que entenderlos correctamente y en su totalidad. No hemos penetrado todavía el secreto de lo que llamamos vida, ni descubierto el secreto del Dhamma. Somos por lo tanto incapaces de practicar hasta alcanzar el más completo beneficio de la vida. Tomémonos pues el tiempo necesario para estudiar las palabras «Dhamma» y «secreto de la vida». Descubriremos así la forma correcta de practicar.
DESARROLLANDO LA VIDA MÁS ALLÁ DE DUKKHA
Tenemos que considerar también la frase «desarrollando la vida». Es otro secreto que no conocemos. Cuando hablamos de desarrollar la vida, no sabemos muy bien lo que queremos decir, hasta qué punto la vida puede ser verdaderamente desarrollada. No nos damos cuenta de que los más altos niveles son accesibles a la humanidad, y no tenemos pues mucho interés en conocer los secretos de la vida que nos permitan alcanzarlos. Tenéis que tomar conciencia del increíble desarrollo que puede alcanzar la vida, y estar especialmente interesados en él.
En este nivel de principiante, nos centramos en el principio básico de que «desarrollar la vida» significa «hacer que la vida progrese hasta el más alto nivel», es decir más allá de todos los problemas y «dukkha», más allá de todos los posibles significados y grados de estas dos palabras. Para los que nunca han oído la palabra «dukkha», podemos intentar traducirla por «sufrimiento, insatisfacción, conflicto, agitación o todas las cosas que perturban la vida». «Dukkha» es de lo que estamos huyendo constantemente. Es lo que interfiere con una vida de calma y bienestar. Es todo lo que interfiere con la perfección espiritual. La vida alcanza su más alto nivel cuando es desarrollada más allá de todo «dukkha».
Ahora bien, ciertas personas no son siquiera conscientes de sus propios problemas. No entienden lo que es «dukkha», bien sea en sus propias vidas o en términos generales. Se miran a sí mismos y dicen: » No tengo ningún problema, todo está bien». Aceptan todas sus penas y dificultades como normales y ordinarias. ¿Somos nosotros también así? Necesitamos mirar con mucho detalle y seriedad en nuestras propias vidas, para ver si realmente hay algo que se pueda llamar «problema». ¿Hay «dukkha»?, ¿Existe cualquier cosa insatisfactoria o perturbadora respecto a la vida? Este tipo de preguntas son necesarias cuando venimos a un sitio como Suan Mokkh. Si no habéis mirado dentro de vosotros mismos, si no sois conscientes de ningún problema, si no sentís «dukkha», es que no sabéis lo que estáis haciendo aquí o cual es vuestro motivo para estudiar el «Dhamma». Por favor, mirad estas cosas llamadas «problemas» y «dukkha» con atención y claridad antes de seguir adelante.
Cuando hablamos de desarrollar la vida, podemos distinguir cuatro aspectos. El primer aspecto es prevenir la aparición de cosas peligrosas para la vida. El segundo es deshacerse y destruir cualquier cosa peligrosa que ya haya aparecido. El tercero es producir cosas que sean útiles y saludables para la vida. El cuarto es mantener y preservar este tipo de actitudes para que puedan seguir creciendo. En conjunto tenemos estos cuatro aspectos (prevenir nuevos peligros, deshacerse de los viejos peligros, crear actitudes saludables y mantener y acrecentar todo lo beneficioso) que constituyen lo que llamamos «desarrollar la vida». Desarrollar la vida es nuestro deber. Tenemos que tomar conciencia de que es nuestro deber, para que pueda ocurrir.
Para llevar a cabo este desarrollo, tenemos que poseer cuatro «dhammas» (*) muy importantes, cuatro herramientas del «Dhamma». Estas cuatro herramientas del «Dhamma» son: «sati» (atención, el estar muy atento o muy consciente de todo lo que ocurre), «sampajañña» (sabiduría práctica o comprensión rápida que permite actuar correctamente), «pañña» (sabiduría, saber, conocimiento) y «samadhi» (concentración). El disponer de estas cuatro herramientas nos permitirá desarrollar la vida.
(*) En ciertos contextos «dhamma» sólo significa «cosa» y se escribe sin mayúscula.
La práctica del «vipassana» o desarrollo de la mente tiene por objeto en un primer nivel, el enriquecer y acrecentar estas cuatro herramientas del «Dhamma», haciendo así posible el desarrollo de nuestras vidas. Tenemos pues que poner interés en el estudio del desarrollo de estas cuatro herramientas imprescindibles.
EL TIPO DE ANAPANASATI QUE NECESITAMOS
Existen gran variedad de técnicas de desarrollo mental o «vipassana», para cultivar la mente. Pero entre todas las que hemos encontrado, la mejor se llama «anapanasati-bhavana», el cultivo de la atención con la inspiración y la expiración. Esta es la práctica que describiremos en detalle en los capítulos siguientes.
El significado completo y correcto de «anapanasati-bhavana» es tomar una verdad o realidad de la naturaleza y observarla, investigarla y examinarla minuciosamente en la mente, con cada inspiración y cada expiración. La atención con la respiración nos permite pues contemplar toda verdad natural fundamental, manteniendo la conciencia de cada inhalación y exhalación.
Este estudio es muy importante y de gran valor. Si aspiramos a conocer la verdad en relación a algo, debemos fijarnos en ello para contemplarlo, examinarlo, analizarlo y estudiarlo de todo corazón, cada vez que inspiramos y expiramos. Déjenme repetir que debemos trabajar sobre nuestro objeto continuamente. Aquí «continuamente» significa «con cada inspiración y expiración». Inspirando, conoced este objeto. Expirando, conoced este objeto. Inspirando y expirando, entendedlo. Esto es absolutamente necesario, así como extremadamente saludable, para desarrollar el suficiente conocimiento de lo que debe ser comprendido. Esta forma de «estudio» aporta una transformación de la mente-corazón *, o si se prefiere, de la vida interior (* Mente en Occidente se refiere generalmente al cerebro o al intelecto. Para el Budismo, engloba la mente y el corazón que son casi sinónimos).
En realidad, el significado de «Anapanasati» es bastante amplio y general. Quiere decir «acordarse con sati de cualquier cosa mientras se inspira y se expira». Imaginad que estáis pensando en vuestro hogar en algún país extranjero mientras inhaláis y exhaláis conscientemente; o en vuestra madre, esposa, marido, hijos o familia, mientras inspiráis y expiráis. Esto, se podría llamar también «Anapanasati», pero no es el objeto de la práctica. Lo que necesitamos es recordar el «Dhamma», o sea, las verdades naturales que liberan la mente del sufrimiento de «dukkha». Tomad estas verdades para trabajar sobre ellas en la mente todo lo necesario, hasta conseguir la liberación de nuestros problemas y eliminar «dukkha». En otras palabras, adquirid las cuatro herramientas del «Dhamma» mencionadas anteriormente. Este tipo de «Anapanasati» es el más útil.
CUATRO COSAS QUE TENEMOS QUE CONTEMPLAR
Esto nos conduce a la pregunta siguiente: ¿Qué cosas son las convenientes, las correctas y necesarias para ser utilizadas como objetos de contemplación cada vez que inhalamos y exhalamos? La respuesta es los secretos de lo que llamamos «kaya» (cuerpo), los secretos de los «vedana» (sensaciones), los secretos de la mente «citta» y los secretos de lo que llamamos «Dhamma». Los secretos de estas cuatro cosas deben ser traídos a la mente, para ser contemplados y estudiados.
Estas cosas son lo suficientemente importantes para vosotros, para que os acordéis de sus nombres en Pali ya que su significado no corresponde siempre exactamente a las traducciones que se les pueden dar. Para vuestra propia claridad de entendimiento y futuras referencias, acordaos de estas palabras: «kaya», «vedana», «citta» y «Dhamma». Recordadlos como nuestros cuatro temas de estudio más importantes. Tenemos que utilizar estas cuatro cosas mucho más que cualquier otro tipo de «objetos» para entrenar y desarrollar la mente, porque estas cuatro cosas ya existen en nosotros y son las fuentes de todos los problemas de nuestras vidas. Como no las entendemos y no podemos regularlas (*), se convierten en las cosas que conducen al sufrimiento. Es pues absolutamente necesario distinguir claramente y entender estas cuatro cosas: cuerpo, sensaciones, mente y «Dhamma».
(*) La palabra thaï «kuab-kum» es utilizada a lo largo de estos discursos. Puede ser traducida por «regular, controlar, supervisar, dominar o dirigir». Cuando una de estas traducciones aparezca, se deben entender también las demás. En todos los casos, «kuab-kum» de- pende de «sati» y de la sabiduría, y nunca de la fuerza o de la voluntad.
PRIMER NIVEL : CUERPO CARNAL Y CUERPO DE LA RESPIRACIÓN
Examinemos ahora estas cuatro cosas por separado, empezando por «kaya». La palabra Pali «kaya» significa literalmente «grupo» y puede ser empleada para cualquier colección de cosas. En este caso «kaya» significa específicamente los grupos de cosas que componen en conjunto, un cuerpo físico de carne y hueso.
Tenéis que ver por vosotros mismos, de qué están hechos estos cuerpos. ¿Qué órganos hay y cuantos son?, ¿Qué tipos de elementos?, ¿Qué tipos de partes y componentes aparecen dentro de un cuerpo? Existe además un componente muy importante que alimenta el resto del cuerpo: la respiración. La respiración es también llamada «kaya» porque es un grupo de varios elementos. Estudiaremos de qué está compuesto el cuerpo físico y cómo se relaciona con la respiración.
El «cuerpo de la respiración» es muy importante porque como podemos ver, mantiene la vida en el resto del cuerpo. Aquí está la relación crucial que tenemos que estudiar. El cuerpo físico, no puede ser regulado directamente. Esto está fuera de nuestras habilidades. Pero existe una manera de controlarlo y de regularlo: es indirectamente utilizando la respiración. Si actuamos de cierta manera sobre un cuerpo (la respiración), esto provocará cierto efecto sobre el otro cuerpo (carnal). Por esta razón cogemos la respiración como objeto de nuestro entrenamiento. Supervisar o dirigir la respiración hasta cierto grado, equivale a regular o controlar el cuerpo carnal hasta ese mismo grado. Esta relación os aparecerá más claramente cuando hayáis practicado hasta ese específico nivel de «Anapanasati».
En las primeras etapas de la práctica, las relacionadas con el «kaya» (cuerpo), estudiamos la respiración de una manera especial. Tomamos nota de cada tipo de respiración que aparece y estudiamos cómo es cada una. Respiraciones largas, respiraciones cortas, respiraciones apacibles, respiraciones violentas, respiraciones rápidas y lentas: tenemos que conocerlas todas. Conoced la naturaleza propia de cada una, sus características y sus funciones.
Observad qué influencia tienen los distintos tipos de respiración sobre el cuerpo. La respiración posee una gran influencia sobre el resto del cuerpo físico y su influencia tiene que ser percibida claramente. Observad las dos partes de la relación hasta que os parezca obvio que están interconectadas y son inseparables. Ved como el «cuerpo de la respiración» condiciona y modifica el estado del cuerpo carnal. Esta es la primera etapa.
Estudiad especialmente la respiración. Conoced las características de todas sus diferentes formas. Veréis entonces que está conectada al cuerpo físico, lo que os permitirá «regularlo» gracias a la regulación de la respiración.
El sentido de estas primeras etapas de la práctica es conocer los secretos del «kaya», el cuerpo. Sabemos que el «cuerpo de la respiración» o la respiración, es lo que condiciona el cuerpo físico. Este importante secreto puede ser utilizado para descubrir otros secretos del cuerpo, como el hecho de que podemos utilizar la respiración para progresar en el dominio del cuerpo. Nadie puede sentarse aquí y relajar su cuerpo directamente, pero descubriremos que podemos relajar el cuerpo calmando la respiración. Si la respiración es apacible, el cuerpo carnal se relajará. Así es como podemos controlar el cuerpo indirectamente. Sabemos además que hay alegría, felicidad y otros beneficios saludables en el apaciguamiento de la respiración y del cuerpo.
SEGUNDO NIVEL : NUESTROS AMOS LAS SENSACIONES
Una vez entendidos los secretos del «kaya», pasamos a los secretos de los «vedana». Los «vedana» tienen el más alto poder e influencia sobre los seres humanos, sobre todas las cosas vivas. Mis palabras os sorprenderán, pero os diré que el mundo entero -animales, humanos y todos los seres vivos- dependen de los «vedana». Están todos bajo el poder de las «sensaciones». Esto os parecerá gracioso e increíble, así que examinarlo por vosotros mismos. Es un hecho que toda nuestra especie es forzada a obedecer por los «vedana». Cuando hay «sukha-vedana» (sensaciones agradables) intentamos obtener más sensaciones de este tipo. Las sensaciones agradables tiran siempre de la mente en cierta dirección y condicionan ciertos tipos de actividad. «Dukkha-vedana» (sensaciones desagradables) afectan a la mente e influencian la vida en dirección opuesta, pero siguen conduciendo a todo tipo de reacciones habituales y mecánicas. La mente lucha con ellas y las transforma en problemas que provocan «dukkha». Las sensaciones tienen un inmenso poder sobre nuestros actos. El mundo entero está bajo el control de estos «vedana», aún habiendo otros factores involucrados también. Por ejemplo, aunque «tanha» (fuerte deseo) puede controlar la mente, él mismo ha sido condicionado anteriormente por sensaciones. Los «vedana» tienen pues la más poderosa influencia sobre toda nuestra mente. Tenemos que entender los secretos de los «vedana».
Voy a decir algo de lo que podéis reíros si queréis: «Si somos capaces de dominar los «vedana», seremos capaces de dominar el mundo». Podremos controlar el mundo, cuando podamos controlar las sensaciones a voluntad. Ahora bien, nadie está interesado en controlar los «vedana» y el mundo está pues fuera de un adecuado control. ¿Habéis visto todas las crisis y problemas que aparecen constantemente? Las guerras, el hambre, la corrupción, la contaminación, todas estas cosas son actividades que provienen de nuestro fracaso, en controlar las sensaciones desde el principio. Si quisiéramos controlar las sensaciones, podríamos controlar el mundo. Esto es algo que debéis considerar.
De acuerdo con las palabras del Buda,todas las causas de lo que ocurre en el mundo tienen su origen en los «vedana». Las incontables actividades aparecen en el mundo por la manera en que percibimos los «vedana», que nos fuerza a desear y a actuar en relación a estos deseos. Incluso las creencias tales como la reencarnación y el renacimiento son condicionadas por los «vedana». Si creemos en ello, viajaremos alrededor del ciclo del «samsara», los ciclos del nacimiento y de la muerte, del cielo y del infierno. Todo tiene su origen en las «sensaciones». Controlar los «vedana» es controlar el origen, la fuente, el lugar de nacimiento de todas las cosas. Esto muestra hasta que punto es necesario comprender estas sensaciones correctamente y por completo. Entonces seremos capaces de controlarlas y sus secretos no nos volverán a engañar, ni a llevarnos a hacer locuras de nuevo.
Existen tres puntos principales que entender en relación a los «vedana». Primero, comprender los «vedana» en sí-mismos, las cosas que provocan sensaciones en la mente, que la mente siente. Segundo, saber como los «vedana» condicionan «citta», la mente-corazón. Estos excitan la mente provocando pensamientos, recuerdos, palabras y actos. Conoced estas reacciones en cadena de la mente. Tercero, descubrid que podemos controlar la mente gracias al control de los «vedana», de la misma manera que el cuerpo carnal es controlado por la regulación de la respiración. Entonces seremos capaces de adiestrar la mente por el correcto dominio de las sensaciones que la condicionan. Estos son los tres secretos de las «vedana» :
1.Comprender las sensaciones mismas.
2.Conocer las cosas que las sensaciones condicionan (provocan) en la mente.
3.Conocer entonces como controlar estas cosas que las sensaciones condicionan lo que equivale a controlar las sensaciones mismas.
Estas son las tres cosas importantes que entender sobre los «vedana».
Visto que el primer y el segundo nivel de la práctica siguen el mismo principio, puede ser útil compararlos. En el nivel que concierne al cuerpo, descubrimos qué es lo que condiciona al cuerpo carnal, para luego estudiarlo hasta conocerlo en gran detalle. Estudiamos como la respiración condiciona al cuerpo y como regulándola, podemos controlar el cuerpo. Este es nuestro medio de tranquilizar y apaciguar el cuerpo. En lo que respecta a la mente, está condicionada por las sensaciones. Controlando los «vedana» para que no condicionen la mente o la condicionen de manera saludable, somos capaces de calmar la mente. Vemos pues como el primer nivel que concierne al cuerpo y el segundo que estudia los «vedana», se rigen por el mismo principio básico y son paralelos en su método de práctica.
Primero practicamos para conocer los secretos del «kaya». Segundo, para conocer los secretos de los «vedana». Cuando dominamos completamente los dos primeros niveles, practicamos para descubrir los secretos de «citta» (la mente). La mente es el director y el líder de la vida. La mente guía y el cuerpo no es más que el instrumento que es guiado. Si queremos dirigir nuestra vida por el camino correcto, tenemos que entender «citta» (la mente) correctamente hasta ser capaces de controlarla. Esto requiere un estudio especial, porque lo que llamamos «mente» es muy sutil, complejo y profundo. No la podemos ver con nuestros ojos, se necesita algo especial para «verla». Con una atención (Sati) bien desarrollada y entrenada, este estudio está dentro de nuestras capacidades, pero es necesario hacer un esfuerzo especial. ¡No perdáis coraje ni abandonéis! Todos somos capaces de estudiar la «citta» y de descubrir sus secretos.
Es imposible conocer la «citta» directamente. No se puede «tocar» o contactar con ella directamente. Es sin embargo posible conocerla a través de sus pensamientos. Si sabemos como son los pensamientos, sabremos como está la mente. Haciendo una analogía con el mundo material, no podemos conocer la electricidad en sí, sino que la descubrimos a través de sus propiedades: corriente, voltage, potencia, etc. Ocurre lo mismo con la mente. No podemos experimentarla directamente pero podemos experimentar sus propiedades, los pensamientos diversos. ¿Cuántos tipos distintos de pensamientos aparecen cada día, cuántos niveles de pensamientos surgen? Observad estos diferentes pensamientos. Así es como podemos conocer la «citta», en un primer termino.
Empezamos nuestro estudio de la mente observando qué tipo de pensamientos tiene. ¿Son sus pensamientos correctos o incorrectos?, ¿Puros o impuros? , ¿Piensa esta mente de forma correcta o incorrecta, buena o desviada? Observad hasta entender la mente a través de todos los tipos de pensamientos que pueda tener. Descubrid poco a poco, que la naturaleza (dhamma-jati) de la mente es así. A este nivel, debido a nuestro entrenamiento sobre el «kaya» y los «vedana», somos capaces de dirigir la mente como lo necesitemos. Se puede hacer pensar la mente de distintas formas o dejarla quieta. Podemos hacer que la mente esté satisfecha, o incluso insatisfecha si así lo queremos. La mente puede experimentar distintos tipos de alegría y felicidad. Y puede ser aquietada, calmada y concentrada de distintas maneras y en diversos grados. Finalmente, la mente puede ser liberada. Hacemos que suelte, que deje irse las cosas que habían provocado amor, odio y apego. La mente está liberada de todas estas cosas.
Esta es la lección sobre los secretos de la mente que tenemos que practicar en este tercer nivel de «anapanasati-bhavana».
Conoced todos los distintos tipos de «citta». Sed capaces de hacer que la mente sea feliz y esté satisfecha. Luego forzar (*) la mente a pararse y quedarse quieta. Finalmente, haced que la mente suelte todos sus apegos. Forzadla (*) a soltar. La mente, deja ir cosas a las que se había apegado y las cosas que se habían apegado a la mente la sueltan. Esto es lo que hay que hacer para completar el tercer nivel de «Anapanasati» (* NdT: se entiende de manera amable, hábil, flexible y sabia, pero firme).
CUARTO NIVEL : REALIZANDO EL DHAMMA SUPREMO
Tras aprender los secretos del cuerpo, de las sensaciones y de la mente, llegamos al cuarto nivel que concierne al «Dhamma». Como se ha dicho anteriormente, «Dhamma» es la naturaleza en todos sus sentidos. Ahora, tomamos la verdad de todas estas cosas, la verdad última de todas las naturalezas, como objeto de estudio. Esto es lo que entendemos por «estudiar el Dhamma». Es estudiar la verdad, el hecho que constituye el secreto supremo de la naturaleza. Gracias a este conocimiento, podemos vivir la vida de la mejor manera posible. Debemos estudiar el secreto de la verdad que controla la vida, la verdad de «aniccam, dukkham, anatta, suññata y tathata» :
«Aniccam» : todo fenómeno condicionado es impermanente y en constante fluir.
«Dukkham»: todo fenómeno condicionado es inherentemente incapaz de satisfacer nuestros deseos.
» Anatta » : todas las cosas carecen en realidad de «ego» o de alma.
«Suññata» : todo está vacío de cualquier tipo de «ego», alma, de «yo» o «mío».
«Tathata» : el «simplemente esto», el «esto es» de todas las cosas.
Juntos forman la Verdad Ultima. Tenemos que observar estas cosas hasta que sean plenamente realizadas de manera que la mente no vuelva a perder nunca más su camino. Cuando la mente entienda esta verdad de toda realidad, no volverá a cometer errores y se mantendrá por sí misma en el camino de lo correcto.
Puede pareceros divertido que toda Verdad -«aniccam», «dukkham», «anatta», «suññata» – desemboque en «tathata», que la Verdad Ultima de todo el universo no sea más que «esto es lo que hay» o «nada más que esto». En tailandés «tathata» es traducido por «sólo esto». Es más difícil en español: «sólo esto, solamente así, tal cual es». ¿No es acaso divertido? Toda Verdad acaba reduciéndose a las típicas y ordinarias palabras «todo es simplemente así». Las cosas no son vistas como buenas o malas, acertadas o equivocadas, ganancia o pérdida, derrota o victoria, virtud o pecado, felicidad o sufrimiento, teniendo o echando en falta, positivo o negativo, cuando vemos «tathata», el «Dhamma» más elevado. El más alto «Dhamma» está aquí mismo en «simplemente esto», más allá de todo sentido de lo positivo y de lo negativo, más allá de todo optimismo o pesimismo, más allá de toda dualidad. Esto es el final. La Verdad por descubrir en el cuarto nivel de la práctica de «Anapanasati» es el secreto de la naturaleza que dice que todas las cosas no son «nada más que esto», «simplemente esto».
Ver el «Dhamma» suficientemente es el primer paso. Ahora veremos que la mente empieza a «soltar», a deshacer sus apegos. Estos apegos se irán disolviendo. Experimentaremos esto hasta la etapa donde el apego desaparece. Una vez el apego desaparecido, la etapa final es experimentar que «la mente es libre, todo es libre». Sin embargo los textos utilizan la palabra «devolver». El Buda dijo que al final lo devolvemos todo. El significado de esto es que hemos sido ladrones durante toda nuestra vida, tomando las cosas de la naturaleza como «yo» o como «mías». Hemos sido estúpidos y sufrimos por ello. Ahora, nos hemos vuelto sabios y somos capaces de «soltar» y «devolver» las cosas. Lo devolvemos todo a la naturaleza y no volveremos a «robar» nunca nada. En esta última etapa de la práctica tomamos conciencia de: «¡Oh!, todo esto es de la naturaleza y no mío». Entonces podemos devolvérselo todo.
La última etapa termina de esta divertida manera. Termina dejando de ser ladrones, libres de todos y cada uno de los efectos e influencias del apego. La última etapa del desarrollo de «Anapanasati» termina aquí. Aprender el secreto del «Dhamma» es saber que no hay que apegarse a nada, no vale la pena apegarse a nada y por lo tanto no nos apegamos. Todo está liberado. El caso está cerrado. Hemos terminado.
Si elegimos dar a esto un nombre, lo podemos llamar «emancipación», «liberación» o «salvación». Parece que todas las religiones tienen el mismo objetivo y lo nombran con palabras similares. Para nosotros, el significado descrito -terminar con el apego y devolverlo todo a la naturaleza- es nuestra manera de entender la «emancipación». Otras religiones pueden dar otros sentidos a esta palabra. Para el Budismo, la emancipación significa liberarse de todos los tipos y formas de apego, viviendo entonces más allá del mundo. Aunque nuestros cuerpos estén en este mundo, nuestras mentes están más allá. Todos nuestros problemas desaparecen pues. Así es como se desarrolla la vida hasta su máximo potencial, utilizando este método de práctica que consta de cuatro niveles y dieciséis etapas. Existen muchos más detalles que considerar pero los dejaremos para más adelante.
Hoy hemos descrito los grandes rasgos de lo que ocurre en este tipo de práctica. Con esta base debería ser más sencillo practicar cada etapa a medida que vamos llegando a ella. Acabemos pues aquí la charla de hoy.
CAPITULO SEGUNDO : PREPARANDOSE PARA LA MEDITACIÓN
En nuestra charla de hoy hablaremos de la práctica de la primera etapa de «Anapanasati» que concierne al cuerpo (kaya). Pero dejadme advertiros de que existen en total cuatro grupos de cosas que tenemos que contemplar. Cada grupo se compone de cuatro etapas diferentes lo que constituye un total de dieciséis etapas, de las cuales sólo dos conciernen exclusivamente a la respiración. La respiración es contemplada directamente en sólo dos etapas. Las otras catorce se centran en otros aspectos, con la conciencia de la respiración en un segundo plano. Hoy hablaremos pues de estas dos primeras etapas del primer grupo que conciernen al cuerpo (kaya).
Empecemos con los preparativos para la práctica de «Anapanasati». Primero, debemos elegir un lugar conveniente y apropiado para nuestra práctica. Elegimos el mejor sitio disponible conscientes de que nunca se puede encontrar el lugar perfecto. Intentamos encontrar un sitio tranquilo y apacible donde las condiciones sean favorables y donde no haya demasiadas perturbaciones. Pero cuando no disponemos de buenas condiciones, hacemos todo lo posible con lo que tenemos. Algún sitio hay que elegir. Tenemos que ser capaces de practicar hasta sentados en el tren viniendo de Bangkok. A veces podemos centrarnos en la respiración hasta que ya no oigamos el ruido del tren y no sintamos el balanceo de nuestro cuerpo en el asiento. Esto demuestra que podemos elegir un sitio y sacar el mayor partido posible de las condiciones reinantes.
No nos vamos a dejar vencer por ninguna circunstancia, incluso en el tren. Sean perfectas o no, aprovecharemos al máximo las circunstancias existentes. Si queremos realmente practicar, podemos incluso utilizar el sonido del tren como objeto de meditación. El «clack-clack» de las ruedas sobre los raíles puede ser nuestro objeto de meditación en lugar de la respiración. De esta manera no tenemos queja de ningún lugar del mundo, sea apropiado o no, ni tenemos disculpas de no saber encontrar una situación apropiada.
La siguiente etapa preliminar es preparar el cuerpo. Necesitamos un cuerpo suficientemente normal, libre de enfermedades y sin anomalías respiratorias o digestivas.
Es aconsejable también preparar la nariz para respirar suave y correctamente. Antiguamente, tomaban un poco de agua limpia en la palma de la mano, la inspiraban por la nariz y la expulsaban con fuerza. Si hacéis esto dos o tres veces, la nariz estará limpia y mucho más sensible a la respiración. Esto es un ejemplo de como preparar nuestro cuerpo.
Ahora me gustaría hablar de la hora de la práctica. Especialmente cuando estamos decididos a practicar seriamente, necesitamos elegir la hora más apropiada que podamos encontrar. Pero en caso de no encontrar una «buena hora» aceptamos la que sea disponible. No tenemos que ser dependientes de cierta hora del día. Cuando es posible, elegimos una hora donde no haya distracciones o perturbaciones. Sino, elegimos la mejor hora disponible. Así la mente aprende poco a poco a no distraerse, por muchas distracciones que haya. En realidad, estamos entrenando la mente a permanecer imperturbable, sin importar lo que ocurra alrededor nuestro. La mente aprenderá a ser apacible y tranquila. No os limitéis a una «hora» determinada, cuando «todo está en su sitio», o no la encontraréis nunca. Algunas personas hacen esto hasta que no encuentran ninguna hora adecuada para meditar. Esto no es lo correcto. Sed siempre flexibles y capaces de practicar en cualquier circunstancia y a cualquier hora.
El siguiente tema es lo que se suele llamar un «acariya» (profesor, maestro). Pero en realidad, aún en los antiguos métodos de «entrenamiento», no se hablaba mucho del «acariya»». Llamaban a este tipo de persona un «buen amigo» (kalyana-mitta). Decir «amigo»- un «consejero» que nos pueda ayudar con ciertas cosas- es correcto. No debemos olvidar sin embargo, el principio básico de que nadie puede ayudar a otra persona directamente. ¡Pero hoy en día, todo el mundo quiere tener un maestro que lo dirija en cada uno de sus pasos! Un «buen amigo» es alguien que tiene una extensa experiencia personal y conocimientos acerca de la práctica de la meditación (o cualquier otra cosa que estemos intentando aprender). Aunque sea capaz de contestar preguntas y explicar ciertas dificultades, no es necesario que se siente al lado nuestro y supervise cada respiración. Un buen amigo que conteste a nuestras preguntas y nos ayude a superar ciertos obstáculos es más que suficiente. Disponed de un amigo como este (kalyana-mitta) es otra cosa que hay que procurar.
Llegamos ahora a la actividad de meditar en sí. Es necesario sentarse de manera estable y segura, para que cuando la mente esté semi-consciente no nos caigamos. Sed capaces de sentaros como una pirámide. Las pirámides no pueden caerse porque tienen una base muy estable y costados que se elevan hasta un punto álgido central. No hay manera de que se caigan. ¡Pensad en cuánto tiempo las pirámides egipcias llevan sentadas! Aprended pues a sentiros como una pirámide. La mejor forma de hacerlo es sentarse con las piernas cruzadas. Sentaros en el suelo y poned el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho. Los que nunca se han sentado de esta manera, o que ni siquiera están acostumbrados a sentarse en el suelo, pueden necesitar cierto tiempo para adaptarse a esta postura, pero el esfuerzo merece la pena. Podéis entrenaros paciente y progresivamente a sentaros de esta forma. Así no os podréis caer. Será imposible caerse hacia adelante, hacia atrás o hacia un lado. Desde tiempos remotos, esta postura ha sido llamada «el loto» (padmasana).
Es también fundamental sentarse con la espalda bien recta, las vértebras y la columna en alineamiento correcto, sin ángulos ni curvas. Las vértebras deben asentarse comodamente una encima de otra, bien acopladas. Esto es lo normal para el cuerpo. La columna es una parte vital del sistema nervioso. Debemos pues sentarnos erguidos para mantenerla recta y en una posición correcta. Esto es una buena postura.
Al principio, puede ser difícil para los que nunca se han sentado de esta manera. Aún así, os pido que lo intentéis. La primera vez quizás sólo seáis capaces de doblar las piernas ante vosotros sin cruzarlas. Es suficiente para empezar. Más adelante, poned una pierna encima de otra, cruzar una pierna en «medio-loto». Finalmente seréis capaces de cruzar ambas piernas en postura de loto completo. Este tipo de postura es compacta como una pirámide e impide que el cuerpo se caiga cuando la mente está concentrada o medio concentrada. Una columna erguida es casi imprescindible porque existen distintos tipos de respiración. Si la columna está doblada habrá un tipo de respiración, si está erguida otro. Es pues mejor intentar enderezar la espalda, aunque sea un poco difícil al principio.
El punto siguiente son las manos. La forma más fácil y cómoda de colocar las manos es dejarlas reposar sobre las rodillas. Se pueden también colocar una encima de otra en el regazo. Está postura puede ser incómoda para ciertas personas ya que las manos pueden calentarse. Si las dejamos en las rodillas no se calentarán. Ciertos grupos aconsejan ponerlas en el regazo, formando una especie de círculo al tocarse ligeramente los dos pulgares, para tener «manos concentradas». Apoyar ligeramente las manos entre sí puede facilitar la concentración. Esta postura es también válida. Es la que utilizan en China y en Japón. Las manos no se calentarán si las dejáis sobre las rodillas, os puede resultar cómodo dejarlas descansar sobre el regazo una encima de otra o podéis preferir tener «manos concentradas». Probad y elegid la que os parezca más conveniente.
DISTINTAS POSTURAS DE MANOS Y PIERNAS
1) Manos sobre las rodillas; piernas sin cruzar
2) «Manos concentradas»; «medio-loto»
3) Manos descansando sobre el regazo; «loto» completo
(Las posturas de manos y piernas se pueden combinar, por ejemplo: «manos» de 2, con «piernas» de 3)
¿Debemos cerrarlos o dejarlos abiertos? Mucha gente piensa que debe cerrar los ojos, que no puede meditar con los ojos abiertos. Si sois serios con lo que estáis haciendo y tenéis una mente suficientemente fuerte, no es difícil meditar con los ojos abiertos. Empezad con los ojos abiertos. Abrirlos con la determinación de fijar la mirada en la punta de la nariz. Esto no es en absoluto imposible. Sólo hace falta un pequeño esfuerzo para conseguirlo. Mirad fija pero relajadamente la punta de la nariz para que la mirada no sea atraída por otras cosas. Cuando cerramos los ojos, tendemos a adormecernos, así que tened cuidado con cerrar los ojos. Además al estar cerrados, los ojos pueden calentarse o secarse demasiado. El meditar con los ojos abiertos nos ayudará a estar despiertos a la vez que conservará los ojos frescos y cómodos. Incluso esto facilitará una mayor concentración de la mente o «samadhi».A medio camino del desarrollo de «samadhi» (concentración), los párpados se relajarán, cerrándose naturalmente por sí solos. No hay razón de preocuparse. La técnica completa es empezar con los ojos abiertos, fijar la mirada en la punta de la nariz hasta que se desarrolle «samadhi» suficiente y dejar que los ojos se cierren solos. Así cuidamos de los ojos.
Practicar con los ojos abiertos y mirar fijamente la punta de la nariz es ya un estado de concentración considerable. Si centramos toda la mente en fijar la mirada en la punta de la nariz, no veremos nada más que eso. El poder hacerlo representa ya cierto nivel de «samadhi». Es muy útil para obtener cierta concentración, apenas iniciada nuestra meditación. Si toda la mente, todo su interés está fijado en la punta de la nariz, no veremos nada más. Este «samadhi» no es insignificante. Debéis pues intentar empezar con los ojos abiertos.
Daros cuenta de que todos somos capaces de hacerlo. Estamos decididos a fijar la mirada en la nariz a sentir el roce del aire en la nariz y sentimos al mismo tiempo el cuerpo respirar. Se pueden hacer ambas cosas. Puede parecer que observamos las dos cosas exactamente al mismo tiempo, pero no es así. No hay nada sobrenatural o que no sea natural en esto. Gracias a la increíble velocidad de la mente, es posible que los ojos estén mirando fijamente la punta de la nariz mientras somos conscientes de la inhalación y de la exhalación. Podéis comprobarlo por vosotros mismos.
SIGUIENDO LA RESPIRACION CON ATENCIÓN
Finalmente llegamos a la contemplación de la respiración. Para empezar, tenemos que tener «Sati» (atención). Empezamos por utilizar «Sati» siendo conscientes de cada inspiración y de cada expiración. Entrenamos «Sati» tomando conciencia de que estamos a punto de inhalar o de exhalar. Dejad la respiración funcionar normalmente. Dejadla seguir su ritmo natural. No interferir en ella bajo ningún concepto y contemplar cada respiración con atención. ¿Cómo inspiramos?, ¿Cómo es nuestra expiración? Utilizad «Sati» para contemplar la respiración ordinaria. Al principio, desarrollamos y entrenamos «Sati» usando una técnica llamada «seguir» o «seguimiento». La inhalación se inicia en la punta de la nariz e imaginamos que termina en el ombligo. Imaginamos que la exhalación empieza en el ombligo y acaba en la punta de la nariz. Entremedias está el espacio en que la respiración entra y sale. Sati contempla las características de este movimiento de la punta de la nariz al ombligo y viceversa. No permitáis ausencias o distracciones de la mente en esta contemplación. Esta es la primera lección: contemplar la respiración con atención.
No somos anatomistas, pero sabemos que la respiración sólo entra en los pulmones sin descender hasta el ombligo. No obstante, imaginamos que es así sin pensar que sea cierto. Es una suposición basada en nuestra sensación, en lo que percibimos del movimiento de la respiración. Cuando respiramos, sentimos un movimiento hasta el ombligo. Utilizamos esta sensación como base de nuestra práctica, siguiendo la respiración entre la punta de la nariz y el ombligo.
La distinción entre saber si es «Sati» que sigue la respiración dentro y fuera o si es «Sati quien obliga la mente a seguir la respiración no es importante por ahora. La única cosa que importa es contemplar la respiración como si la persiguiéramos, sin perderla nunca. La respiración entra y hace una pausa .Luego sale y hace otra pausa. Dentro y fuera, dentro y fuera, con pequeñas pausas entremedias. Sed conscientes de todo ello sin dejar que nada se os escape. No permitáis espacios vacíos donde la mente pueda vagabundear. Mantened la mente constantemente atenta a la inspiración y la expiración.
Esta es la primera lección que tenemos que practicar. Puede no ser muy fácil. Podemos tardar tres días, tres semanas o tres meses hasta ser capaces de ello. Esto es lo que tenemos que hacer en esta primera etapa. Aquí explicamos simplemente el método de entrenamiento. Puede que no lleguéis muy lejos en un retiro de diez días como este, pero es importante saber lo que hay que hacer y empezar. Una vez que entendáis el método correctamente, podéis practicar por vuestra cuenta hasta conseguirlo. Empezad por contemplar la respiración entre estos dos puntos sin dejar la menor oportunidad a la mente de distraerse con cualquier otra cosa.
LOS DISTINTOS TIPOS DE RESPIRACION
Mientras practicamos el «seguir» la respiración, tenemos la oportunidad de observar varias de sus características. Podemos sentir muchas cosas, por ejemplo, si es corta o larga. Aprendemos de manera natural sobre la respiración larga y la corta. También observamos si es gruesa o fina, y su regularidad, su fluidez o su irregularidad, su agitación. Más adelante, observaremos la reacción a estas cualidades. En esta primera etapa, contemplad estos distintos tipos de respiración: corta y larga, gruesa y fina, fluida o caótica. Empezad a observarlas sintiéndolas con atención.
Tenemos que aprender a observar con más detalle, es decir observar la reacción o influencias de los distintos tipos de respiración. ¿Qué reacciones provocan? Por ejemplo, cuando la respiración es larga: ¿Qué influencia tiene sobre nuestra atención?, ¿Qué reacciones provoca la respiración corta?, ¿Cuáles son las influencias de las respiraciones gruesa y fina, cómoda e incómoda? Observamos los distintos tipos de respiración y sus correspondientes influencias hasta poder distinguir claramente en qué difieren. Debemos descubrir como las distintas características de la respiración, influyen en nuestro cuerpo, en nuestra atención, en nuestra sensibilidad y en nuestra mente.
Al tiempo que vamos observando los puntos precedentes, necesitamos contemplar el efecto o el «aroma» de los distintos tipos de respiración. Los «aromas» que aparecen son sensaciones como, felicidad, infelicidad, sufrimiento, aburrimiento, contrariedad, tranquilidad, satisfacción…. Observad y experimentad los efectos causados, especialmente por las respiraciones cortas y largas, gruesas y finas, fluidas y caóticas. Descubrid que tienen distintos «sabores». Por ejemplo, veremos que la respiración larga nos produce un mayor sentimiento de paz y bienestar, que es un estado más feliz que el de la respiración corta. Distintos tipos de respiración producen distintos tipos de felicidad. Aprendemos a analizar y distinguir los diferentes estados que traen consigo los diversos tipos de respiración que hemos examinado minuciosamente.
Finalmente, descubriremos las diversas causas que hacen que una respiración sea corta o larga. Lo descubriremos poco a poco y por nosotros mismos. ¿Qué hace que la respiración sea larga?, ¿Qué tipos de emociones o de estado de ánimo provocan una respiración larga?, ¿Y qué tipos la hacen corta? Así vamos descubriendo poco a poco las causas y circunstancias que provocan la respiración corta y larga.
En estas etapas iniciales, existe una manera de regular la respiración para alargarla o acortarla. Si queremos adiestrarnos en esto, disponemos de un sistema llamado «contar». Por ejemplo, durante una inspiración contamos hasta cinco, de uno a cinco. Si contamos hasta diez, de uno a diez la inspiración se alargará de otro tanto. Procurad contar siempre hasta el mismo número en la inspiración y la expiración. Para una respiración ordinaria sólo contamos hasta cinco. Para una respiración corta debemos contar hasta tres y esto cambia la duración de la respiración a nuestro gusto. Pero contad siempre a la misma velocidad, porque si modificáis el ritmo, anularéis el efecto de contar hasta tres, cinco, o diez. Contando, la duración de la respiración puede ser regulada. Podemos acortarlas o alargarlas practicando esta simple técnica. Pero no tenemos que utilizarla todo el tiempo. Se trata de un experimento que podemos usar de vez en cuando para regular la respiración o para conocerla mejor. Probad y ved.
PRIMERA ETAPA : LA RESPIRACIÓN LARGA
Llegamos a un punto donde hemos desarrollado un entendimiento preliminar adecuado de la respiración. Conocemos las diversas características de la respiración: larga, corta, gruesa, fina, cómoda o fluida e incómoda. Nuestro conocimiento se extiende hasta los factores conectados con la respiración, las reacciones e influencias de estas propiedades, tal como las sentimos en la mente. Incluso sabemos como controlar la duración de cada respiración. Lo siguiente que tenemos que hacer es entrenarnos con la respiración larga.
Hemos llegado a la primera lección, la primera etapa, es decir la contemplación de la respiración larga. Somos capaces de tener una respiración larga cada vez que lo necesitamos. Hemos aprendido como hacerla larga y como mantenerla larga. En esta primera lección, estudiaremos exclusivamente la respiración larga. Estudiamos su naturaleza y todos los factores que la conciernen. ¿Cuándo una respiración es larga, cuán placentero es?, ¿Cuán natural y ordinario?, ¿Qué tipos de tranquilidad, quietud y felicidad aparecen?, ¿En qué se distingue de la respiración corta? Sólo estudiamos la respiración larga, utilizando el método descrito para descubrir sus características, sus cualidades, sus influencias y sus «sabores». Sentaros e investigad estudiando exclusivamente la respiración larga. Esta es la primera lección, entender todos los factores conectados con la respiración larga.
Después tenemos que observar como se comporta el cuerpo en relación con la respiración larga. Cuando hay una inspiración larga: ¿Cómo se mueve el cuerpo?, ¿Dónde hay expansión del cuerpo?, ¿Dónde hay contracción?, ¿El abdomen se contrae o se expande?, ¿Y el pecho? Estas son cosas que hay que examinar. Al hacerlo, puede que descubráis que no funciona como pensabais. La mayoría de la gente tiene la sencilla idea de que cuando inhalamos, el pecho se expande y cuando exhalamos se contrae.
Pero al estudiar la respiración con cuidado, constatamos que al tomar una muy gran inspiración, el abdomen se contrae y el pecho se expande. Al expirar muy largamente el abdomen se expande y el pecho se contrae. Existen pues diferencias con lo que nos dice el sentido común. Tenéis que investigar la respiración muy larga, la más larga posible, para ver que cambios ocurren. No deis nada por cierto hasta haberlo comprobado en vuestra práctica. Tenéis que entender incluso estos básicos hechos naturales (*NdT: al inspirar normalmente, el diafragma baja y empuja el abdomen hacia el exterior. Al expirar, el abdomen se contrae. Esta es la respiración abdominal ordinaria, antes de hacerse muy larga).
Estudiamos todos los secretos de la respiración larga, todo lo que la concierne, para conocer su naturaleza. Somos capaces de contemplar tranquilamente su amplitud. Podemos protegerla y mantenerla. Esto significa que somos expertos en todo lo que respecta a la respiración larga. Practicar con la respiración larga es la primera etapa.
Es extremadamente importante conocer la interdependencia entre la respiración y el cuerpo. Existe una conexión muy estrecha entre los dos. Descubrid que efectos tiene la respiración larga sobre el cuerpo y la felicidad y el bienestar que conlleva. Más adelante, conoceremos el secreto de que existen dos «kaya»: el cuerpo de la respiración y el cuerpo carnal. Debemos observar este fenómeno desde el inicio de la práctica, aunque no lo examinemos específicamente hasta la tercera etapa. Daros cuenta desde ahora de cómo la respiración y el cuerpo están interconectados. Observad al respirar largamente, o al respirar de cualquier manera, cómo esto afecta al resto del cuerpo. Estaremos cada vez más seguros (gracias a nuestra experiencia personal más que a nuestros pensamientos) de que la respiración está íntimamente conectada con el cuerpo.
Ahora bien, la expansión del abdomen tiene un límite. Al relajarnos y respirar más profundamente, alcanzamos este límite y es entonces el pecho el que se expande apoyándose en la contracción del abdomen. Una inspiración muy larga empieza pues como una inspiración larga. El abdomen se expande mientras el pecho apenas se mueve. Pero al alcanzar su límite, el abdomen se contrae y el pecho se expande. Las expiraciones muy largas tienen movimientos más o menos opuestos.
SEGUNDA ETAPA : LA RESPIRACION CORTA
Hemos terminado la primera etapa relativa a la respiración larga. Pasamos pues a la segunda que concierne a la respiración corta. En realidad, no tenemos gran cosa que decir sobre esta etapa, porque se practica exactamente de la misma manera que la respiración larga. La única diferencia es que la segunda etapa utiliza la respiración corta. Tenemos que descubrir hechos y factores equivalentes, pero relacionados con la respiración corta.
Por ejemplo, observamos y sentimos inmediatamente que la respiración larga aporta bienestar y felicidad, mientras que la respiración corta conduce a la «anormalidad», es decir malestar, agitación e incomodidad. Con este conocimiento, sabremos como producir el bienestar o el malestar del cuerpo, regulando la respiración. Necesitamos conocer las diferencias complementarias entre los dos tipos de respiración, tan claramente como sea posible. Estudiamos todo lo relacionado con la respiración corta, cada aspecto, cada propiedad, hasta conocerla tan ampliamente como la respiración larga. Aunque los dos tipos de respiración tengan naturalezas opuestas, nuestra manera de estudiarlas es idéntica.
Es especialmente interesante observar que cuando la respiración es larga suele ser también fina y cuando la respiración es corta, suele ser gruesa. Una vez que aprendamos a hacerla fina o gruesa a voluntad, podremos utilizar esta habilidad ventajosamente, ya que la respiración fina apacigua el cuerpo. Cuando deseamos calmar nuestros cuerpos, utilizamos la respiración fina. Cuando necesitamos la respiración fina, alargamos simplemente la respiración. Esta es una de las cosas que necesitamos estudiar.
Otro ejemplo es que cuando estamos enfadados, la respiración es corta. Cuando la respiración es corta, el cuerpo está alterado. Si conseguimos hacer que la respiración sea larga, el enfado no podrá continuar. Cuando estamos enfadados, la respiración es corta y gruesa, y sentimos el cuerpo espeso también. Podemos deshacernos del enfado con la respiración larga. El cuerpo se relajará y el enfado desaparecerá. No es más que un ejemplo de las múltiples relaciones e interacciones entre la respiración, el cuerpo y la mente. Esto es lo que debemos entender sobre la relación y la diferencia entre la respiración corta y larga. Debemos experimentarlo, sentirlo por nosotros mismos y practicarlo con fluidez y maestría.
ADIESTRANDO Y LIBERANDOSE DE LAS EMOCIONES CON LA RESPIRACIÓN
Resumiendo estas primeras etapas: es posible regular, controlar, limitar y adiestrar las emociones, utilizando la respiración. Podemos obtener que las emociones sean correctas, útiles y provechosas gracias a la respiración. Al conocer los mecanismos de la respiración, podemos controlarla y modificarla, lo que a su vez nos permite actuar sobre las emociones dejándolas pasar, controlándolas o modificándolas. Si conseguimos adiestrar la respiración, podremos controlar las emociones, es decir «sabremos llevar» la felicidad y el dolor de nuestras vidas. Practicad hasta sentir esto. Vuestra práctica no será completa si no lo veis claramente.
Cuando estáis meditando y os pica un mosquito, desarrolláis una emoción maligna. ¿Cómo deshacernos de ella? Mejorando la respiración. Haciéndola larga, fina; utilizándola para apartar de la mente esta emoción negativa. Es la mejor manera de resolver este tipo de problemas. Esto es otro ejemplo de la utilidad y el buen provecho de los conocimientos y las cualidades que estamos desarrollando.
Los diversos temas y puntos de enfoque que hay que estudiar en la primera etapa sobre la respiración larga y en la segunda sobre la corta son los mismos. La única diferencia es que todo es complementario. El número y tipos de cosas que estudiar son los mismos, pero las diferencias entre respiración corta y larga conducen a hechos y factores complementarios.
Bueno, el tiempo para la charla de hoy está agotado. Sólo hemos tenido tiempo de comentar las dos primeras etapas. Hablaremos pues mañana de las otras etapas de este primer nivel. Nuestro encuentro de hoy ha terminado.
CAPÍTULO TERCERO : APACIGUANDO AL CUERPO (KAYA)
Vamos a hablar hoy de la tercera y de la cuarta etapa de este primer grupo de la práctica, es decir de las etapas relacionadas con el «kaya» que quedan.
TERCERA ETAPA : EXPERIMENTANDO TODOS LOS CUERPOS
En la tercera etapa, el objetivo es experimentar todos los «kaya», todos los cuerpos. La esencia de esta etapa es sentir todos los cuerpos, mientras somos conscientes de la inhalación y de la exhalación. Hemos empezado ya a observar mientras practicábamos las primeras etapas, que la respiración es el factor que condiciona nuestro cuerpo carnal. Esta etapa no introduce nada nuevo, sino que consiste en observar este hecho más profunda, clara y cuidadosamente que antes. Contemplamos con más precisión el hecho de que existen dos «kaya» (cuerpos). Observad esto continuamente al inhalar y exhalar.
Hay que recordar una observación que hemos empezado a experimentar anteriormente. Traed a la mente el hecho de que la respiración es el factor que condiciona al cuerpo carnal. Distinguiremos dos cosas, pero llamándolas ambas «kaya».La respiración es un cuerpo ya que es un grupo, un conjunto de cosas o elementos. El cuerpo carnal es un «kaya» por el mismo motivo. Existen pues estos dos grupos o cuerpos. Uno es la respiración que condiciona al otro grupo, el del cuerpo. Analizad esta experiencia para ver claramente que existen dos grupos y ved como se condicionan el uno al otro. Contemplad este hecho cada vez con más énfasis, hasta que sea obvio.
Cuando oís la palabra «cuerpo», entended por favor que incluye también el significado de la palabra «grupo». En el idioma Pali original el Buda utiliza la palabra «kaya»: «sabbakayampatisamveti» (experimentando todos los cuerpos). En tailandés, «kaya» viene del Pali «kaya» y quiere decir también «grupo, montón, división». Esta palabra se usa para otras cosas que el cuerpo, como por ejemplo en Pali para un escuadrón de soldados, un «kaya» de soldados. Así que por favor no entendáis esta palabra como cuerpo carnal solamente. La respiración es también llamada «kaya» o grupo. Para comprender lo que significa «experimentar todos los cuerpos» debemos entender correctamente esta palabra «kaya». Entonces podremos comprender ambos grupos, el de la respiración y el carnal.
El objetivo específico de esta etapa es saber que existen dos grupos y que uno de ellos condiciona, alimenta y sostiene al otro. El grupo de la respiración alimenta al grupo del cuerpo. En realidad, hemos experimentado esto desde el inicio de la práctica de «Anapanasati». Anteriormente, experimentábamos que cuando la respiración es gruesa, el cuerpo se hace más pesado e incómodo y cuando la respiración es fina, el cuerpo se apacigua.
Observamos estos hechos desde que practicamos las etapas uno y dos. En esta etapa, profundizamos en este secreto hasta que nos parezca absolutamente claro. Existen dos grupos. Uno de ellos condiciona y alimenta al otro. Conoced la diferencia entre ellos.
LOS TRES SIGNIFICADOS DE SANKHARA
Estamos experimentando mentalmente el condicionamiento mutuo de estos dos cuerpos. Al cuerpo que es causa del condicionamiento se le llama «kaya-sankhara» («condicionador» del cuerpo), para distinguirlo del otro, el afectado por el condicionamiento, que recibe el nombre de «cuerpo condicionado». Observamos este hecho en la mente, viéndolo como si fuera físicamente tangible. Ved como un grupo condiciona y alimenta al otro. Vedlos aparecer y desaparecer juntos, volverse más finos o gruesos, más cómodos o incómodos en íntima relación. Realizad hasta que punto su conexión es estrecha. Esto es lo que se entiende por «viendo todos los cuerpos». Observad ambos cuerpos juntos y ved como se condicionan. Esto es muy valioso para ver la verdad más extensamente, incluso para tomar conciencia de «anatta» (la ausencia de yo, de «ego» o de alma). Al ver esta interdependencia, descubrimos que lo que ocurre no es más que un proceso natural de condicionamiento. No hay ningún tipo de «atta», de «ego» o de alma involucrado. Esta comprensión puede ser del mayor provecho, aunque esté de alguna manera más allá del objeto de esta etapa. Por ahora, sólo necesitamos entender este condicionamiento lo suficiente para ser capaces de regular el cuerpo carnal, de apaciguarlo, regulando la respiración.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para explicar todos los significados de la palabra «sankhara». Es una palabra muy común e importante en las escrituras Pali, pero muchas personas tienen problemas con ella debido a sus distintos usos y sentidos. Así son los idiomas, inciertos y aparentemente poco fiables. La palabra «sankhara» puede significar:
1.-«condicionador» (la causa que es origen del condicionamiento).
2.-«condicionado» (el resultado de la acción de condicionar).
3.-«condicionar» (la actividad en sí o el proceso de condicionar).
Utilizamos pues la misma palabra para el sujeto que condiciona (el condicionador), que para el objeto del condicionamiento (el condicionado), e incluso para la actividad en sí de condicionar. Esto puede crearos un poco de confusión, así que recordar que «sankhara» tiene estos tres significados. El sentido correcto, depende del contexto. El saber esto os será muy útil en vuestros estudios posteriores.
Estudiad los tres significados de «sankhara» en vuestro cuerpo. No hay necesidad de estudiarlo en libros o de manera teórica. El cuerpo mismo es un «sankhara». Ha sido condicionado por diversas causas y por los numerosos elementos que lo componen. Es pues un «sankhara» en el sentido de objeto condicionado. Una vez que este cuerpo existe, provoca la aparición de otros fenómenos, como pensamientos, sensaciones y actos. Sin este cuerpo, estos pensamientos y actos no podrían ocurrir nunca. Es pues también un «condicionador» puesto que provoca otros actos. Finalmente, en este «sankhara» que es nuestro cuerpo carnal, el proceso de condicionar está constantemente en marcha. Podemos descubrir los tres aspectos de la palabra «sankhara» en nuestro propio cuerpo. Estudiad el sentido de «sankhara» de esta manera tan completa. Os será entonces más fácil y cómodo tomar conciencia del «Dhamma» cada vez más profundamente, a medida que sigáis adelante.
En la tercera etapa -«experimentando todos los cuerpos», el carnal y el de la respiración- cada uno de estos tres significados es practicado. Primero contemplamos el cuerpo carnal como condicionado por la respiración. Luego vemos a la respiración como «condicionador» del cuerpo. Y finalmente observamos la actividad de condicionar que siempre existe simultáneamente entre los dos cuerpos. En la práctica de la tercera etapa contemplamos pues lo que condiciona, lo condicionado y la acción de condicionar. Este condicionamiento del cuerpo es el nivel físico de «sankhara». No lo hemos visto todavía a nivel mental. La tercera etapa es el trabajo de ver estas tres cosas juntas en la mente, continua y simultáneamente. Entonces descubriréis todo lo relativo al término «sankhara», especialmente en su relación al cuerpo y su actividad, en esta misma etapa.
Cuando hayamos estudiado este hecho hasta llegar a una comprensión clara, obvia y plena, tal como se ha explicado anteriormente, seremos capaces de experimentar estos tres hechos al mismo tiempo en un sólo instante. Incluso pueden observarse en el transcurso de una única inspiración o expiración. Si somos capaces de hacerlo, habremos «experimentado plenamente el kaya-sankhara» (el «condicionador» del cuerpo) y completado con éxito la tercera etapa.
Lo esencial de la práctica de la tercera etapa es saber que existen dos cuerpos y ser capaces de regular uno de los «kaya» gracias al otro. O sea, regular el cuerpo carnal a través de la respiración. Una vez que veamos esto claramente y que estemos completamente convencidos de ello por nuestra experiencia en cada inspiración y cada expiración, habremos realizado con éxito la práctica de la tercera etapa.
CUARTA ETAPA : CALMANDO LA RESPIRACIÓN
Una vez que sabemos que podemos regular el cuerpo con la respiración, empezamos a practicar la cuarta etapa. El Buda describió la cuarta etapa como «calmando el condicionador del cuerpo (passambhayam kayasankharam)». Somos capaces de hacerlo una vez que sabemos que podemos utilizar la respiración para controlar el cuerpo.
El objeto de la cuarta etapa es calmar el «condicionador» del cuerpo (kaya-sankhara) al inhalar y calmar el «condicionador» del cuerpo al exhalar. Esto significa que podemos hacer que la respiración sea cada vez más apacible mientras inspiramos y expiramos. Es lo que vamos a explicar ahora.
Fijaros en las palabras que describen esta etapa. «Calmando el condicionador del cuerpo» se refiere a apaciguar el cuerpo de la respiración. En la cuarta etapa, el propósito de nuestra práctica es calmar la respiración. La hacemos fina y pacífica. Para ello disponemos de varias técnicas. Si conseguimos apaciguar la respiración, aparecerán resultados muy poderosos e interesantes. Primero el cuerpo se hará muy suave, relajado y tranquilo. Entonces aparecerá también un aquietamiento de la mente. Habrá así mismo otros resultados, pero hablaremos de ellos más adelante. La lección inmediata es apaciguar la respiración. Adiestrar la respiración es el primer punto a considerar en la práctica de la cuarta etapa.
En la práctica de la cuarta etapa, disponemos de varios hábiles métodos -incluso se pueden llamar trucos- para ayudarnos a calmar la respiración. Los llamamos técnicas o trucos y pertenecen a un orden más elevado que el de las cosas sobre las cuales los utilizamos. Disponemos pues de cinco hábiles trucos que utilizamos sucesivamente sobre la respiración, a medida que va desarrollándose la concentración:
1. Seguir la respiración
2. Vigilar la respiración en un punto determinado
3. Crear una imagen imaginaria en este punto.
4. Manipular este tipo de imágenes de distintas maneras para adquirir control sobre ellas.
5. Seleccionar una de estas imágenes y contemplarla lo más concentradamente posible hasta que la respiración se vuelva verdaderamente pacífica y apacible.
Estas son nuestras cinco técnicas o trucos: seguir, vigilar, creación de una imagen mental, jugar con las distintas imágenes mentales y elegir una como objeto específico de «samadhi» (concentración) hasta llegar a la calma total.
Ya hemos utilizado la primera técnica – «seguir» la respiración- desde los primeros compases de la práctica y las etapas uno, dos y tres. Ahora la repetimos o revisamos simplemente hasta ser unos expertos en seguir la respiración. Esto no requiere más explicaciones.
El segundo truco es «vigilar», elegir un punto del recorrido seguido por la respiración y quedarse allí observando o vigilando la respiración. Ya no necesitamos seguir la respiración, pero los resultados son parecidos a si siguiéramos haciéndolo. No se permite a «citta» (la mente) o a «sati» (la atención) ir a ningún otro sitio, sino que deben mantenerse en este punto, vigilando como entra y sale la respiración. Los resultados son parecidos a los de «seguir», sólo que «vigilar» es más sutil.
Generalmente utilizamos el primer punto donde la respiración entra en contacto con la nariz, o sea en la punta de la nariz. Este punto es el más fácil y sencillo de vigilar, salvo que tengáis una nariz aguileña que llegue más abajo que vuestro labio superior. Puede entonces que sintáis el primer contacto de la respiración en la parte superior del labio. El punto estará en un sitio distinto para cada uno de nosotros, según la forma y la estructura de cada labio y nariz.
Encontrad el sitio donde la respiración es más fácil de observar. Si es difícil encontrarlo respirando normalmente, tomad unas cuantas respiraciones fuertes y profundas, y el punto aparecerá más claramente. La localización exacta no es importante.
Encontrad simplemente el punto de la nariz, o incluso del labio, donde sintáis la respiración lo más nítidamente posible. Una vez encontrado, vigilad la respiración en este punto, viendo como entra y sale. Sed conscientes de la inspiración y de la expiración en este punto: este es el segundo nivel de nuestra serie de trucos.
Podéis observar que cuando no prestamos atención a la respiración y la dejamos funcionar libremente, nos da un tipo de sensación. Pero apenas empezamos a fijarnos en ella, incluso cuando sólo la seguimos, se hace más fina y suave.
Se ajusta ella misma haciéndose más sutil, siendo por consiguiente más fácil «perderla» y que la mente se distraiga. Nos hace jugadas de este tipo. Después, cuando dejamos de seguirla para vigilarla en un punto preciso, la respiración se aquieta incluso más. Podéis verificar este hecho en vuestra propia experiencia.
(Nota del traductor: Antes de que el lector obtenga más información sobre este fenómeno natural que puede parecerle fantástico y excitante, queremos señalarle que: 1. Este tipo de imágenes no son indispensables para la culminación de la práctica 2. Sólo se dan en ciertas personas 3. Sería un error desarrollar deseos por ellas o intentar conseguir que aparezcan «voluntariamente», haciendo de ellas el objetivo de la práctica. Lo mejor es simplemente no pensar en ellas salvo que un día se presenten en nuestra mente. Pueden entonces ser utilizadas para desarrollar los estados más avanzados de concentración)
La respiración se afina y se aquieta todavía más cuando creamos una imagen mental (nimitta) en el punto de «vigilancia». Esta imagen mental es sólo imaginaria, no es real. Es creada por la mente, por la «citta». Podéis cerrar los ojos y «verla»; podéis abrir los ojos y seguir «viéndola». Es como una alucinación que la mente crea por sí sola para aquietar la respiración, cuando alcanza estados muy sutiles. La respiración y todo lo demás, tienen que afinarse y aquietarse más y más hasta dar lugar a una imagen mental.
La imagen mental puede adoptar cualquier forma, según lo que sea más apropiado para el cuerpo de cada persona. Algunas personas pueden crear una esfera (roja, blanca, verde o de cualquier otro color). Puede también tomar la forma de la llama de una vela, de una bolita de algodón, de una nube de humo, del sol, de la luna, de una tela de araña centelleando a la luz del sol, etc.. Y esto es sólo parte de las posibilidades de los poderes creativos de la mente. El tipo de imagen depende del que la crea. La mente tiende simplemente hacia cierta dirección y la imagen aparece por sí sola. Es un fenómeno puramente mental que no tiene realidad física alguna. Completamos la práctica del tercer truco cuando somos capaces de crear una imagen mental en el punto de «vigilancia».
La técnica número cuatro consiste en modificar o manipular las imágenes en función de nuestros requerimientos. Cambiar de una imagen a otra, modificar su forma, su color,… de todas las maneras que queramos. Esto es posible al ser la mente quien creó las imágenes desde el principio. Tiene pues la capacidad de cambiarlas, de manipularlas, de jugar con ellas y lo puede hacer fácilmente ya que está claramente dentro de sus posibilidades. Al mismo tiempo, desarrollamos nuestra habilidad en dominar la mente por vías cada vez más sutiles y poderosas.
Controlamos la mente mejor que antes y la «citta» es cada vez más sutil y refinada. Se va aquietando hasta que eventualmente seamos capaces de dejarla completamente quieta. Por ahora sólo controlamos estas imágenes, cambiándolas según las inclinaciones de la mente. Experimentamos cambiando las imágenes para ir aquietando la respiración más y más. Esto no es más que un truco, pero un truco muy avanzado y sutil que nos permite tener más influencia sobre la mente, lo que aquieta automáticamente la respiración. A su vez este apaciguamiento de la respiración nos permite manipular mejor las imágenes. Aunque la mente se aquiete también, el énfasis está ahora en apaciguar la respiración. El cuarto truco consiste pues en controlar las imágenes mentales a voluntad.
Si queremos observar el proceso de aquietamiento, tenemos que descubrir que cuando practicamos en la forma aquí descrita, la respiración se afina y se aquieta automáticamente por sí sola. Cuando la respiración se aquieta, el cuerpo se apacigua. Y el apaciguamiento del cuerpo tiene un efecto sobre la mente. La «citta» se aquieta y se serena proporcionalmente al apaciguamiento del cuerpo, pero esta no es nuestra intención por ahora. El aquietamiento específico de la mente es el objeto de una futura etapa. Aquietar la respiración y el cuerpo se aquieta. Además, habrá ciertos efectos sobre la mente. Podemos observar el proceso del aquietamiento mientras practicamos esta etapa.
La quinta técnica es elegir una sola «nimitta» (imagen), la más apropiada. Ya no la vamos a cambiar más. Elegiremos la imagen que mejor nos convenga, para luego contemplarla con toda nuestra atención y desarrollar así plenamente «samadhi» (la concentración). Os aconsejamos que elijáis una imagen que sea apacible, relajante y fácil de focalizar. Elegid una que no provoque o excite emociones y pensamientos y no tenga o desarrolle ningún sentido u significado especial. Un simple punto blanco servirá perfectamente nuestro propósito.
El mejor tipo de imagen es neutral. Si elegimos una de color levantará pensamientos y sensaciones. Lo mismo se puede decir de las imágenes atractivas, interesantes, originales o complicadas.
A ciertas personas les gusta utilizar una imagen del Buda como «nimitta», pero esto puede conducirles a todo tipo de pensamientos. Los pensamientos aparecen sencillamente en relación a la imagen vista, en lugar de que la mente se «hunda» en la quietud. Por eso elegimos una imagen que no tenga significado, ni asociaciones mentales y sea natural; para poder sumergirnos en la quietud. Un punto blanco puede ser lo más indicado. Un pequeño punto luminoso también. Algo que sea fácil de contemplar y que no provoque pensamiento alguno. Elegimos una imagen de este tipo y focalizamos toda la atención, toda la mente en ella, para desarrollar la concentración de la mente. Centraros sólo en este punto. Ninguna parte de la «citta» se distrae en otra cosa, sino que se reconcentra toda en este único punto. Concentrarlo «todo» en este único punto, es el objeto del quinto truco.
Seleccionamos pues el objeto (nimitta) más apropiado para que la mente lo contemple. A estas alturas tenemos que saber que ordinariamente la mente está diseminada, dispersada, irradiando hacia afuera en todas direcciones. Pero ahora tenemos que volvernos hacia el interior y focalizar en un solo punto todo este flujo dirigido hasta ahora hacia el exterior. En Pali, este estado se llama «ekaggata» lo que significa «tener una sola cumbre, una sola cima». La mente se recoge entera en este único punto. Hemos encontrado la imagen más apropiada -un pequeño punto blanco- ahora la mente se sumerge en él. Todo el flujo mental converge en este punto, de la misma manera que una lupa recoge los rayos del sol y los focaliza en un sólo punto, suficientemente poderoso como para encender una llama. Este ejemplo ilustra el gran poder que puede ser explotado cuando toda la energía de la mente se concentra en un único punto. Una vez que la mente se focaliza sobre el objeto que hemos elegido, su radiación converge en un solo punto y se convierte en «ekaggata».
Cuando la mente está completamente centrada en un solo punto, no existen otras sensaciones, pensamientos u objetos para ella. Sólo quedan los 5 factores de «jhana» (1), llamados «jhananga». Existen cinco factores en este primer nivel de absorción , ya que la mente es todavía lo bastante gruesa como para realizar la función de contemplar el objeto. La mente consciente de su objeto es llamada «vitakka». La mente experimentando este objeto es llamada «vicara». Debido a «vitakka» y «vicara» la mente está satisfecha o contenta (piti). Y cuando hay «piti», aparece también al mismo tiempo, la sensación de felicidad (sukha). Finalmente, la mente sigue absorta como antes en un sólo punto: «ekaggata», que constituye junto con «vitakka» (conciencia del objeto), «vicara» (experimentando el objeto), «piti» (exaltación) y «sukha» (felicidad), los cinco factores del primer «jhana». Estos cinco factores demuestran que la mente ha entrado en el primer nivel de «samadhi» perfecto. Este tipo de conciencia de lo que ocurre en la mente no incluye ningún tipo de pensamiento , mientras estas cinco actividades de la mente tienen lugar. Los llamamos factores de «jhana». Si conseguimos ver que los cinco están presentes, podemos estar satisfechos de experimentar con éxito un «samadhi» perfecto, aunque sólo sea en el primer nivel.
(1) Aquí significa un muy elevado nivel de concentración «samadhi», a menudo traducido como «absorción».
Me gustaría examinar más de cerca la palabra «ekaggata». Esta palabra Pali es generalmente traducida por: «centrado en un único punto». Literalmente, el término Pali significa «tener una sola (eka), cumbre o pico (agga)». En tailandés, «agga» es «yod» que quiere decir cumbre, pico, cúspide de algo como una montaña o una pirámide; pero también significa el punto de crecimiento o el nuevo brote de una planta, por ejemplo. No estoy seguro de que «punto» en español quiera decir lo mismo, ya que un punto puede estar en cualquier parte. Por eso el Pali utiliza la palabra agga (cumbre, pico, cénit). «Ekaggata» es como la cumbre de una pirámide. No sería apropiado para este tipo de mente el estar en algún punto bajo, tiene que estar a muy alto nivel. Se ha ido concentrando ascendiendo desde bajos niveles, hasta un punto culminante. Este es el significado correcto de «ekaggata».
No os preocupéis sin embargo, de si la mente debe focalizarse sobre un punto que no sea el más alto. Esto es un inicio de todas maneras. Cada vez que aparece «ekaggata», es el principio de algo muy útil. Cada vez que hay un poco de «ekaggata», es que hay «samadhi». En nuestra práctica de la cuarta etapa de «Anapanasati», no es necesario intentar entrar completamente en «jhana». Sólo necesitamos tener un nivel de concentración suficiente y apropiado para seguir con la práctica, es decir «samadhi» suficiente para que haya «sensaciones» (vedana) de «piti» y «sukha» (satisfacción y felicidad). Necesitamos utilizar «piti» y «sukha» en las próximas etapas de nuestra práctica. Si podéis entrar en «jhana», en la absorción material (rupa-jhana), os será más fácil llevar a cabo las etapas siguientes. Pero aunque no alcancéis el «jhana», mientras haya algo de «piti» y de «sukha» podréis seguir adelante satisfactoriamente. No es demasiado difícil. ¿Verdad?
Cuando las «sensaciones» (vedana) de «piti» y «sukha» son lo suficientemente fuertes para que la mente las sienta claramente, disponemos de la concentración necesaria para pasar a la quinta etapa. Si accedéis al primer, segundo, tercer y cuarto «rupa-jhana» es todavía mejor. Pero el «samadhi» que permite experimentar «piti» y «sukha» con claridad, es suficiente para esta cuarta etapa.
Algunos de vosotros se preguntarán si esto es fácil o difícil de realizar. Es algo que no podemos deciros. Pero en todo caso, no será difícil si practicáis el método correctamente. Si habéis escuchado atentamente, entenderéis cual es la manera adecuada de llevar a cabo esta práctica. Si seguís la técnica correctamente, no os será demasiado difícil. Podéis incluso terminar rápidamente. Pero si no practicáis siguiendo el método adecuado, la práctica puede hacerse muy difícil. Puede incluso que no acabéis nunca. Algunos pueden tardar tres días, otros tres semanas, tres meses, tres años. ¿Quién sabe?
La mayoría de vosotros estáis todavía en el inicio, trabajando en la primera etapa, pero esto no quiere decir que no tengáis que prestar atención a las instrucciones relativas a la cuarta etapa. Si no sabéis cual es el proceso a seguir, os será muy difícil hacer lo propio cuando llegue el momento. Estamos dando las instrucciones tan claramente como podemos, para que entendáis la manera adecuada de realizar esta práctica. A mucha gente sin embargo, no le gusta seguir instrucciones. Prefieren mezclarlo todo con sus propias ideas y opiniones. Les gusta hacer un «revuelto casero» de todo lo que han leído y oído en distintos sitios. Podéis hacer lo que os plazca. Pero si queréis tener todas las facilidades y el éxito posibles, os recomendamos que sigáis estas instrucciones que explican la manera más adecuada y eficaz de llevar a cabo esta práctica.
Practicar siguiendo el método no es difícil. No hacer caso de las instrucciones trae muchas complicaciones. Así que es mejor intentar aprender la técnica correcta y la forma de aplicarla, para obtener los resultados esperados. Aparte de esto, no hay otra cosa que hacer que repetir y repetir estas etapas hasta ser expertos en ellas. Repetidlas hasta poder aquietar la respiración y el cuerpo muy rápidamente. Practicad hasta que estas etapas no supongan esfuerzo alguno. Haceros buenos conocedores de estas actividades.
Y por favor no olvidéis que en cada etapa y en cada nivel de la práctica, tenemos que ser conscientes de la inspiración y de la expiración. Este es el segundo plano y al mismo tiempo la base de nuestra atención (sati). Es la manera de ser sumamente atentos. Sed conscientes de las inhalaciones y de las exhalaciones en cada instante de la práctica. Entonces tendremos éxito en estas primeras cuatro etapas de «Anapanasati». Hay que señalar también que siempre se empieza por la primera etapa, siguiendo después el orden establecido: segunda etapa, tercera, etc… Aunque tengamos a veces la tentación de empezar en la cuarta,… o en la décima. Estos son los conocimientos teóricos sobre «Anapanasati» y los principios básicos que guían nuestra práctica. Terminamos aquí la charla de hoy.