¿Qué signifca vivir correctamente? – Ajahn Buddhadasa

32.    ¿ Qué  significa  vivir  correctamente ?

«Vivir correctamente» tiene un significado especial pro­pio. Vivir de forma correcta simplemente supone mantener un estado en el que las impurezas mentales, las emociones aflictivas, no puedan obtener nutrientes y se desarrollen. Por lo tanto, no es otra cosa que vivir con una mente libre y vacía todo el tiempo, es decir, una mente que presencia el mundo entero como algo vacío y no se aferra a nada que sea un «yo sólido» o que pertenezca a dicho «yo». Entonces, aunque uno continúe hablando, pensando y actuando para buscar, usar y consumir cosas, no desarrollará la idea de afe­rrarse a ninguna de ellas como si se tratara de una «entidad sólida», un «yo sólido». Esa misma actividad pero con una atención constante y una introspección en las circunstancias en las que uno está envuelto, es lo que se conoce como «vivir correctamente». En otras palabras, vivir correctamente es vivir de tal forma que las impurezas no tengan medios para resurgir ni para alimentarse.

También podríamos decir que equivale a mantenerse en el Noble Óctuplo Sendero. Esto es vivir correctamente porque el correcto entendimiento, el primer aspecto del Noble Óctuplo Sendero, es simplemente el conocimiento, la comprensión, la perfecta y clara visión de que no hay nada a lo que debamos aferrarnos. Así pues, en el esfuerzo, en el hablar, o en cualquier actividad, no debe haber apego.

Si vivimos correctamente, las impurezas se quedan des­nutridas y extenuadas. Abandonan su propia voluntad y al final se extinguen. No hay forma de que vuelvan a resurgir de nuevo, porque la persona ya ha abandonado el hábito de dejarlas resurgir. Esto es importante porque eso que llama­mos anusaya (tendencias malsanas), que crecen dentro de no­sotros, crecen porque nos familiarizamos con las impurezas. Sin embargo, uno que no sabe esto considera estas impurezas entidades permanentes o individualidades, y así caen en la visión errónea del eternalismo (sassata-ditthi).

Mantener que las impurezas son entidades permanentes que subyacen en lo más profundo del carácter es ser un eternalista, uno que se aferra a la creencia en un «yo» eterno o un alma eterna. Aquellos que tienen visión interior y comprensión basados en los principios del budismo no pueden ver estas cosas como entidades permanentes e independientes, o como in­dividualidades. Hay una razón para su existencia, surgen de acuerdo a las leyes causales. Cuando surgen muy a menudo, uno se acostumbra a estas impurezas y las ve como aspectos permanentes de su propia naturaleza. El hecho de creer que son permanentes nos confunde llevándonos a pensar que subyacen dentro de nosotros a la espera todo el tiempo.

Se debe entender que las anusaya son sólo tendencias habituales, el resultado de un proceso de familiarización. Esto es lo que quiere decir la palabra anusaya.

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